Curso integrador e innovador

Luis Amo
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Aula de Inafntil de Maristas-La Inmaculada. - Foto: César Minguela

Termina el curso en el Colegio Maristas-La Inmaculada de Valladolid con la ilusión de haber conseguido los restos planteados para estos meses en cuanto al aprendizaje, la educación, la convivencia y la espiritualidad. Un curso cuyo objetivo cumplido de la dirección escolar ha sido «descubrir el fondo de las cosas y lo profundo de las personas». Termina otra etapa escolar para los alumnos con un capítulo abierto que significa un desafío «apasionante»: la apertura a partir del próximo mes de septiembre de la nueva Escuela Infantil La Inmaculada. El director del centro,José Ignacio Gerbolés, hace de esta manera balance del curso recién concluido y de la etapa que también termina al frente de la dirección del colegio, esperando «haber respondido con la suficiente lucidez y dispobnibilidad a la responsabilidad» que se le encomendó. En esta línea, marca el camino de trabajo futuro:«No debemos quedarnos con la vista puesta en el pasado porque seguro que el próximo curso nos traerá retos y oportunidades para crecer».

El equipo de docencia, junto con la reconocida calidad de enseñanza, en un centro de arraigada tradición en la capital vallisoletana son los valores de Maristas-La Inmaculada. «Educar desde la cercanía y la presencia es lo que nos caracteriza, además de que pretendemos que nuestros alumnos crezcan en un ambiente de seguridad, respeto y alegría y que su esfuerzo y constancia sean reconocidos», explica José Ignacio Gerbolés, al tiempo en que incide en que ofrecen «alternativas para la educación no formal que permiten que los alumnos se desarrollen como personas con valores, equilibradas y solidarias».

En el colegio han emprendido nuevos proyectos «que nos llenan de ilusión y uno de ellos es la creación de secciones bilingües en secundaria». Conscientes de que el conocimiento de idiomas es imprescindible en un mundo cada vez más globalizado, este colegio ha apostado por seguir utilizando AICLE (Aprendizaje Integrado de Conocimientos Curriculares y Lengua Extranjera) hasta el punto de que la primera promoción del bilingüismo llega a la ESO y se ha hecho un esfuerzo importante para darles lo mejor: «profesores que ya se han formado para impartir clases en inglés», un proyecto innovador que confían en que sea «integrador y motivador» para el alumnado y una metodología basada en el aprendizaje cooperativo que les hará avanzar en inglés y en otras competencias fundamentales para su vida.

Respecto a los resultados de los alumnos de Maristas-La Inmaculada, los registrados al finalizar el Bachillerato, 88 alumnos matriculados en 2º BACH durante este último curso pudieron realizar la prueba de acceso a la universidad un total de 79 estudiantes, lo que supone un 90 por ciento, dato que está muy por encima de la media de Valladolid que se sitúa en torno al 50 por ciento. Este dato es importante porque los alumnos «tienen una oportunidad más para acceder al grado que quieren y creemos que están mejor preparados en junio que en septiembre».

Sobre otros proyectos, siguen apostando por los idiomas y el próximo curso van a contar con dos auxiliares de conversación, una para apoyar a los niños más pequeños (incluidos los de 2 años) y otra para apoyo a los alumnos que llegan al bilingüismo en la ESO. Asimismo, han conseguido un intercambio para 20 alumnos en un colegio cercano a Londres.

Clase de 2A de Infantil del Colegio Maristas-La Inmaculada.Clase de 2A de Infantil del Colegio Maristas-La Inmaculada. - Foto: César Minguela Espiritualidad.

El plan de espiritualidad es ya una realidad este curso gracias a los talleres de interioridad que los alumnos de Infantil y Primaria han empezado a disfrutar. «Conecta directamente con las prioridades provinciales definidas en el último capítulo, que para el próximo trienio se concretan en tres palabras: solidaridad, espiritualidad y comunidad», remarca Gerbolés, añadiendo que quieren desarrollar en los alumnos «habilidades que les lleven a profundizar en su conocimiento personal y acercarse a la realidad trascendente que cada uno de nosotros llevamos dentro», concluye el director de Maristas-La Inmaculada.