Con la vista puesta en la reválida de las generales

Maite Rodríguez
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VTLP estudia entrar en la Plataforma por la Confluencia, mientras Podemos lo descarta · Ciudadanos espera tener tiempo para recomponerse del 'caso Presencio' · PP y PSOE buscan cabeza de lista

Septiembre marca el inicio de un nuevo curso político que, sin duda, estará condicionado por las próximas elecciones generales que se celebrarán en diciembre. Esto ha motivado que este verano la mayoría de los políticos vallisoletanos apenas se hayan tomado unos días de vacaciones y se hayan optado por dedicarse a diseñar las estrategias necesarias para afrontar una recta final de año decisiva, donde también se dilucidará el futuro de proyectos transcendentales para el desarrollo de Valladolid como el soterramiento o la futura ubicación de Campus de la Justicia.

Así que de nuevo, casi sin transición con la última campaña electoral, los partidos ya están inmersos en una precampaña que para más de uno resultará agotadora. En las direcciones provinciales de los partidos está muy fresco el resultado de las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de mayo, que dejaron tras de sí un nuevo mapa político que ha provocado que algunos todavía no hayan terminado de resituarse. El escenario político inédito, que erosionó el bipartidismo, anuncia ahora otra redefinición de opciones políticas y propuestas electorales que se deben concretar en las próximas semanas.

Los primeros en ponerse manos a la obra han sido los dirigentes de Podemos. El pasado mes de julio celebraron un proceso de primarias para elegir a su candidato nacional, pero también para elegir a los militantes que optarán a los primeros puestos en las listas de las diferentes circunscripciones.

Podemos

En el caso de Valladolid se apuntó al soriano Juan Manuel del Olmo para encabezarla. Aunque este método fue cuestionado por el Consejo Ciudadano de Valladolid, que decidió no inscribir ninguna candidatura al proceso de primarias. Pero estas diferencias parece que no fomentarán ni ayudarán a la integración de Podemos Valladolid en la Plataforma por la Confluencia que busca impulsar una candidatura de unidad popular en la provincia.

Los de Pablo Iglesias aseguran que están abiertos a «la suma de gente», que no de siglas, y apuestan por seguir presentándose como el partido «del cambio» en Valladolid, y por eso lanzan una y otra vez el mensaje de que no forman parte del gobierno municipal en la capital, aunque sí que apoyan la mayoría de las iniciativas que se han presentado hasta el momento.

En esa plataforma, similar a las promovidas por Ahora en Común en el resto del país, sí que están participando representes de Izquierda Unida y de Equo, que las pasadas elecciones municipales se integraron en Valladolid Toma la Palabra (VTLP).

Toma la palabra

Los buenos resultados de esa unión, que motivaron que VTLP forme ahora parte del equipo de gobierno municipal en la capital, parece que facilitarán el camino para la adhesión a la Plataforma por la Confluencia. La decisión la tendrán los militantes de Izquierda Unida que votarán esta propuesta en una asamblea el próximo día 5 de septiembre.

Desde la dirección provincial de Izquierda Unida se defiende la necesidad de fomentar candidaturas ciudadanas como mejor «alternativa» al bipartidismo. Aunque por delante tienen también el reto de definir cómo plantear esta campaña electoral sin poner en riesgo el pacto de gobierno con el PSOE en el Ayuntamiento de la capital.

De momento, en estos tres meses de cohabitación municipal no se han hecho públicas grandes discrepancias entre los dos socios, pero sí que algún momento se evidenció más de un desajuste en el proceso de engranaje. Aún así, lo que se aventura imposible es que en el próximo trimestre no salten a la luz pública algunas discrepancias marcadas por la propia filosofía de cada partido y por el interés de marcar diferencias de cara a sus votantes.

PSOE

En ese sentido, por primera vez en muchos años, el PSOE de Valladolid afrontará un proceso electoral en una situación interna ‘apaciguada’, en gran parte por haber conseguido gobernar en el Ayuntamiento de Valladolid, algo que maquilló unos resultados electorales discretos.

La Alcaldía se presenta como plataforma perfecta para los intereses socialistas de cara a las generales. Desde la Plaza Mayor se reclama al Gobierno de Rajoy compromisos con los proyectos pendientes como el soterramiento o el Campus de la Justicia y se cuestionan sus políticas fiscales y sociales. En este sentido, los socialistas convertirán la tramitación de los Presupuestos Generales para el próximo año en su gran caballo de batalla de estos meses. Una labor que recaerá en gran medida en Soraya Rodríguez, exportavoz municipal y diputada nacional que aspira a revalidar su puesto como cabeza lista al Congreso en las próximas elecciones. Una lista a la que miran con deseo otros compañeros de partido desplazados en otros procesos y en la que los militantes tendrán la opción de decidir el nivel de renovación que se impone.

Partido Popular

El inicio del nuevo curso también servirá para comprobar si el Partido Popular ha terminado su obligada reconversión interna tras los resultados electorales de mayo. La dirección provincial ya lleva semanas planificando los próximos comicios, pero todavía no ha cerrado la candidatura provincial, que aspiran a que este encabezada por la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina. Una lista en la que si se sigue la estela marcada por la dirección nacional habrá cambio de caras. Como en el caso los socialistas, aspirantes a formar parte de ella no faltan.

La renovación también llegó al Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valladolid. Los ‘populares’ tras 20 años en el gobierno municipal han utilizado estos meses para reubicarse y para ajustar su lista donde se han registrado tres cambios de concejales, además de para planificar la que será su labor de oposición. Un desempeño en el que José Antonio Martínez Bermejo, presidente del Grupo, se esfuerza por compatibilizar la crítica al «tripartito» –el PP reitera que existe una coalición de Gobierno entre PSOE, VTLP y SÍVA- y un trabajo propositivo, que no ha estado exento de polémicas con el equipo de Gobierno y cruces de acusaciones. Una situación que Bermejo califica de «juego de marullerías» y que pronostica que se extenderá hasta la propia campaña electoral.

Ciudadanos

El quinto partido en el tablero político provincial es Ciudadanos (C’s). Tras la decepción electoral de haber conseguido dos concejales cuando las encuestas pronostican al menos el doble, en el partido de Rivera se enfrentan al positivo en un control de alcoholemia de su portavoz Jesús Presencio. El edil, que no ha pedido disculpas públicamente, ha renunciado a la Portavocía en el Ayuntamiento pero seguirá como concejal con dedicación exclusiva en el grupo municipal, con un generosa retribución. Este gesto parece suficiente para su partido, aunque muchas voces piden la dimisión de Presencio y que devuelva el acta para que pueda ser ocupada por Manuel Soler. Uno de los más críticos es el cabeza de lista al Congreso, Francisco Igea, consciente de que este suceso lastrará las expectativas de crecimiento en la provincia.

También le piden que devuelva el acta PSOE, VTLP y Sí se Puede. Los tres partidos se lo exigirán formalmente en el Pleno que se celebrará mañana, aunque Jesús Presencio, en principio, no tiene intención de renunciar a ella. Este asunto, que ha protagonizado buena parte del debate político del verano, es una ejemplo de las exigencias de los nuevos tiempos y también una prueba para comprobar si los nuevos representantes políticos cumplen las promesas de regeneración que les sirvieron para conseguir el aval de los vallisoletanos el pasado mes de mayo.