El Canal constituye el resultado de la lucha, el sacrificio y el trabajo, el esfuerzo económico y humano, de todos aquellos que en el pasado, y guiados por la Razón, se empeñaron en rasgar la llanura de Castilla para alcanzar el progreso, de los que la excavaron palmo a palmo, algunos perdiendo la vida, de los que lo recorrieron una y otra vez al timón de sus viejas barcazas... y también de los que, hoy en día y en el futuro, lucharán porque el Canal no sólo no caiga en el olvido, sino que suponga, una vez más, la revitalización de las tierras por las que discurren sus aguas. Son las palabras de la historiadora riosecana Virginia Asensio, que, recogidas en su libro `Un puerto de mar tierra adentro. El Canal de Castilla en Medina de Rioseco´, son en sí mismas una declaración de intenciones para una publicación que acaba de ver la luz.

El décimo aniversario del barco turístico Antonio de Ulloa ha sido el motivo para que la Diputación de Valladolid edite este interesante trabajo de investigación, que fue presentado el pasado lunes en un acto en el que, junto a la autora, estaban presentes el diputado de Cultura y alcalde de Rioseco, Artemio Domínguez, y el alcalde de Herrera de Pisuerga y presidente de Sirga, Javier San Millán. Domínguez calificó de «lujo» el tener una historiadora en Rioseco como Virginia Asensio.  

«Esta publicación pretende arrojar algo de luz sobre la crónica y avatares de la construcción del Canal en los ocho kilómetros existentes en el Ramal de Campos, en la provincia de Valladolid, entre Medina de Rioseco, Villanueva de San Mancio y Tamariz de Campos», según señaló la autora.

Dos bloque.

El libro se divide en dos bloques claramente diferenciados. Como algo lógico, antes de centrase en la construcción del último tramo del Ramal de Campos, Asensio hace un recorrido sobre la historia general de las obras del Canal de Castilla en sus 207 kilómetros, contextualizándolo históricamente y tocando diferentes temas sobre su posterior explotación y conversión en canal de riego, hasta llegar a su situación actual.

Una vez hecho esto, el segundo bloque, el más importante, se centra en el desarrollo de los trabajos entre 1842 y 1849. Será el momento de conocer cómo sucedieron la demarcación del terreno y el inicio de los trabajos desde la esclusa sexta para  llegar al capítulo más importante de todos, en extensión y en contenido, el que narra el momento en el que los trabajos llegan a la Ciudad de los Almirantes.

Entonces, con gran interés,  el lector descubrirá por ejemplo cómo se construyó la dársena; cómo se utilizaron diferentes conventos como cantera; cómo se formó el penal con los presos que participaron en la construcción; o cómo las aguas invadieron el cauce el 7 de noviembre de 1849.

El libro, con un clarísimo rigor histórico, es fruto de nueve años de investigación de su autora en diferentes archivos. «Después de tantos años, es el momento de ver los frutos», expresó Asensio, quien indicó que, «aunque el trabajo no está terminado, se sacan a la luz muchos datos inéditos que nos competen a todos, que son parte de nuestra historia».

La obra está apoyada por atractivas imágenes de ayer y de hoy. Las de ayer, con un encanto especial, procedentes del Archivo de la Confederación Hidrográfica del Duero y de particulares. Las de hoy, que descubren que el Canal es un lugar sorprendente y aún vivo, se deben al objetivo del colaborador de El Día de Valladolid Fernando Fradejas. Con un total de 250 páginas, el trabajo se completa con un amplio apéndice documental, donde se transcriben diferentes textos, y una extensa bibliografía.

El libro tendrá su puesta de largo este viernes en Medina de Rioseco en el Centro de Recepción de Viajeros a las 19.45 horas.