El torneo más bonito y, a la vez más conflictivo, de los últimos años. Elegido, de 580 kilogramos de peso y un porte majestuoso, puso la compostura ayer en Tordesillas, mientras que tanto los defensores como los detractores del torneo tuvieron un comportamiento ruinoso. Tanto es así que el festejo acabó en una batalla campal entre unos y otros, con lanzamientos de piedras y peleas que han dejado 50 personas atendidas por contusiones debido, en su mayor parte, a  las peleas registradas entre los miembros de uno y otro bando.  

El torneo más conflictivo dejó imágenes para el recuerdo. Ni más ni menos que 26 minutos tarde empezó el festejo como consecuencia de que unas 200 personas a favor de la abolición del festejo se situaron en diferentes puntos del recorrido con la intención de no retirarse para impedir su celebración. Poco a poco y con una ardua labor de los efectivos de la Guardia Civil desplegada en la localidad,  el grupo de antitaurinos fue retirándose del recorrido y con casi media hora de retraso daba comienzo el festejo.

Elegido bajó el tramo hacia el puente sobre el río Duero dando un gran juego sin esquivar ninguno de los quites que le lanzaban los participantes. Cada lance era un peligro. El astado imponía mucho respeto con su agilidad y valentía y poco a poco se iba haciendo con un hueco a su alrededor. A las once y media de la mañana, Elegido llegaba a la rotonda y allí se producía la primera cogida. Un joven corredor no podía esquivar al morlaco, que arrancó con impresionante velocidad y sufrió varios revolcones que ocasionaron que, posteriormente, tuviera que ser intervenido.

Los bomberos sofiocan un incendio en la zona de la Vega. El morlaco se hizo el dueño de la Vega y durante media hora no entró en la zona de muerte. Una importante cogida dejó impresionados a los participantes y el respeto se hizo dueño y señor del torneo. Fue a las 11.54 cuando la segunda bomba anunciaba la entrada de Elegido en la zona de muerte.

Pero ese momento quedó completamente desvirtuado por una batalla campal que se inició entre los dos grupos momentos antes con lanzamientos de piedras, que acabó con decenas de heridos.   

Al final, fue Álvaro Martín, natural de Serrada de 28 años, quien logró abatir al morlaco en tres lanzadas diferentes. No sin conflicto, los miembros del jurado otorgaron a este joven lancero la victoria de este año, ya que el ganador del año pasado, David Rodríguez, también reclamaba la victoria para sí mismo.

Los críticos con la victoria del joven de Serrada manifestaron que primero el morlaco fue lanceado por un caballista y luego otros tres aguijonazos se los repartieron entre  David y Álvaro. Sea como fuere, el jurado se decantó por el lancero de Serrada, quien manifestó que había sido «valiente» para ir «a por el toro». «Primero le he dado una lanzada y luego, otras dos». Por su parte, el alcalde de la localidad, José Antonio González Poncela, apuntó que fue el mejor toro «de los últimos 15 años».

El torneo deja tres heridos por asta de toro y cinco heridas de diversa consideración que tuvieron que ser atendidos en el Hospital Clínico y en el centro de Salud de Tordesillas.