Investigadores de Valladolid logran un material que regenera en meses cartílagos dañados

Ical
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El implante, que combina células madre del paciente con otras sustancias, revolucionará los tratamientos de articulaciones artrósicas o con traumatismos del cartílago

El rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán (2D), y el director general del Genoma España, Rafael Camacho (2I), presentan un proyecto sobre el desarrollo de un implante inyectable en seres humanos para la regeneración de tejidos. - Foto: Ical

La empresa Technical Proteins Nanobiotechnology (TPNBT), una ‘spin-off’ de la Universidad de Valladolid, ha logrado un biomaterial, que combina células madre y otras sustancias, para ser inyectado que permite regenerar tejidos. Su aplicación revolucionará los tratamientos de articulaciones artrósicas o con traumatismos del cartílago ya que su aplicación es una técnica mínimamente invasiva y logra una “recuperación total”, frente a las intervenciones para colocar prótesis.

Este producto ha sido probado ya en animales con unos resultados positivos en la recuperación del cartílago dañado, que se regenera en un “par de meses”. La Fundación Genoma España ha concedido una ayuda de 267.500 euros a la firma vallisoletana para que lleve a cabo las pruebas de validación preclínica, que consistirán en análisis de compatibilidad con tejidos humanos y en exámenes de toxicología, basados en condiciones normalizadas.

El catedrático de Física de la Materia Condensada de la UVa y coordinador del proyecto, José Carlos Rodríguez Cabello, indicó que este producto podría aplicarse en humanos en un periodo de cinco años, ya que tendrá que superar la fase preclínica, que permitirá comprobar su eficacia, para después iniciarse las tres etapas de la fase clínica, que deberá ser autorizada por la Agencia España del Medicamento, entre otras instituciones.

Rodríguez Cabello explicó que este producto avanzado actúa sobre el defecto del cartílago con una sola aplicación. Además, subrayó que se inyecta con facilitad debido a que a temperatura ambiente presenta un estado líquido, aunque al entrar en contacto con al temperatura corporal se solidifica. Su acción es posible ya que posicionar a los agentes terapéuticos sobre el tejido dañado de una forma “mínimamente invasiva”.

El catedrático también valoró que la curación se consigue con una inyección. Precisó que la carga lleva células madres que se extraen de la médula ósea del paciente y que se combinan con el producto para que creen las estructuras adecuadas para conseguir la regeneración del cartílago. Además, señaló que el biomaterial está programado para que sea digerido por el propio tejido y eliminado con el paso de los tiempos. En humanos, señaló que permitirá tratar artrosis, artritis e incluso traumatismos y defendió que se trata de un material “muy competitivo” económicamente.

En su opinión, será “bastante barato” tratar a pacientes con esta técnica, aunque el material no tenga un precio bajo ya que se aplican pequeñas cantidades. También, apuntó que este proyecto, liderado por Technical Proteins Nanobiotechnology, mejorará la recuperación de pacientes con lesiones en rodillas o caderas. Esta ‘spin-off’, que surgió del grupo de investigación de la UVa Bioforge, trabaja en dos líneas, la primera dirigida a producir ‘biomateriales’ para la medicina regenerativa, y la segunda, centrada en terapias avanzadas de dosificación inteligente de fármacos y de ADN –una tecnología que encapsula el ADN y lo dirige a las células que lo necesitan-.

Emprendedor, investigador

El investigador José Manuel Rodríguez Cabello destacó que algunas de sus creaciones se centran en las “áreas más calientes” de la medicina regenerativa y de las terapias avanzadas, como son las vinculadas con el envejecimiento y los tratamientos celulares. Su ‘spin-off’ utiliza herramientas sofisticadas de biotecnología y busca la “inspiración” en materiales biológicos. Además, aplica a estos dos campos la nanotecnología para controlar los sistemas creados.

Por tanto, Rodríguez Cabello defendió la necesidad de que los investigadores se conviertan en emprendedores ya que señaló que los proyectos se encuentran con muchas dificultades para superar la fase de “prueba concepto”, cuando se valida la utilidad de una investigación en el laboratorio. Indicó que es complicado vender la idea a empresas privadas para que lo desarrollen por lo que defendió la necesidad de que los investigadores formen empresas para obtener valor del conocimiento generado.

Triple hélice

El director general de Genoma España, Rafael Camacho, que presentó el acuerdo suscrito con Technical Proteins Nanobiotechnology para financiar la validación preclínica de un implante inyectable, defendió el modelo de la “triple hélice”, que conforman las universidades y centros de investigación, la sociedad y las administraciones públicas. Recordó que las investigaciones se financian con recursos públicos y defendió la participación de capital privado.

Al respecto, Camacho destacó la importancia de apoyar la generación de innovación, es decir, de valor económico a partir del conocimiento generado, y las fases posteriores desarrollo tecnológico. Por tanto, remarcó la importancia de que se ayude a superar el “valle de la muerte” de proyectos de investigación, que a su juicio es “largo y profundo” en el ámbito de la biotecnología. TAmbién, señaló la alta capacidad de movilización de las partidas dedicadas a este ámbito e indicó que Genoma España financia con unos 100.000 y 300.000 euros a las ‘spin-off’.

Finalmente, Rafael Camacho mostró su apoyo a que las instituciones públicas financien las patentes por ser un activo para los investigadores que les permite captar fondos privados para desarrollar sus proyectos.