Después de una primera entrega que consiguió replantear la historia cinematográfica de uno de los héroes de Marvel más queridos, en The amazing Spiderman 2. El poder de Electro, su director, Marc Webb, quiso seguir transgridiendo al más puro estilo comiquero y dejar con la boca abierta a unos cuantos espectadores debido a los giros argumentales más retorcidos de la saga. Un Peter Parker más joven, dinámico y bromista que nunca ha conseguido desbancar al adorado Spiderman de Mary Jane, y la pelirroja ha pasado a segundo plano debido a la inteligente Gwen Stacy.

¿Qué fue lo más difícil al rodar la secuela?
Técnicamente, la secuencia de Times Square suponía un gran reto. Logísticamente, tuvimos que construir un sistema entero en Long Island. Como dijo Andrew Garfield (el protagonista), resulta muy gratificante, porque hay muchísima gente que solo se dedica a la creación de estos escenarios y hay literalmente miles de personas que trabajan en equipo para armar algo así. Times Square es una escena muy importante porque es donde Max se transforma en uno de los villanos más infames de todos los cómics.

Es impresionante.
Es una escena muy emotiva e importante, pero también se trata de un espectáculo que presentaba un gran reto. Ya desde antes de la primera película de Spiderman yo estaba muy interesado en la historia de Gwen Stacy en los cómics, y me siento muy emocionado y honrado por tener la oportunidad de participar en ella. Ha sido muy divertido y lo voy a llevar conmigo toda mi vida.

¿Qué importancia tuvo permanecer fiel a la historia de Gwen Stacy?
Tuvo una importancia incalculable. Ese momento lo cambió todo y no solo en Spiderman, sino en los cómics. Marcó el comienzo de una nueva era en la historia de los cómics, en la que se tomaban las cosas en serio. Es cuando te das cuenta de las consecuencias que conlleva llevar una doble vida de superhéroe. Al principio, el resultado fue impactante, pero pronto el nivel de compromiso con la historia de los tebeos fue en aumento. De repente, las cosas se volvieron reales, de tal forma que cuando aparecía el malo en escena, ya no sabías lo que iba a suceder. Fue un momento realmente maravilloso. Aterrador, pero transformador.

¿Cómo ve la evolución de la serie en la próxima película?
Es algo que todavía estamos explorando. Ciertamente, Spiderman va a tener que enfrentarse a Oscorp, que se está desarrollando de una manera realmente aterradora. Y Harry Osborn representa para el héroe un obstáculo enorme por la forma en que se ha materializado.

Como fan, ¿está emocionado por toda la expansión que la serie va a conseguir?
Hay tantos personajes increíblemente únicos en los cómics de Spiderman que podrían tener sus propias películas y garantizarían una profunda inmersión, ya sean Doctor Octopus, Misterio, Quebrantahuesos o Rhino. Tenemos a un gran equipo trabajando en la planificación, y es muy divertido pensar en ello.

¿El traje de Spiderman de la secuela es diferente al de la última cinta?
Yo diría que hay cambios importantes. Hemos cambiado las correas y el cinturón. En el primero, quería que los ojos fuesen algo que Peter Parker pudiese haber creado por sí mismo, utilizando gafas de sol como las lentes.

Nostalgia...
Sí, esta vez quería volver a las grandes y anchas lentes icónicas de los cómics. Fue divertido, nos llevó meses hacerlo bien y cuatro días antes estábamos listos para rodar y se veían magníficos, eran perfectos, y cuando Andrew se los puso y se subió la cremallera del traje era como decir «yo no puedo ver». Miré a través de ellos y era como mirar a través de los ojos de una abeja. Literalmente, no podía ver nada. Así que tuvimos que quitar las lentes y luego reconvertirlas en pantallas gráficas.