El 'núcleo duro' de CDC promete a ERC que habrá referéndum el 9-N

AGENCIAS
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Tras una reunión de más de tres horas a la que no acudió Artur Mas, su 'número dos', Josep Rull, asegura que las urnas estarán listas para la fecha escogida ya que son «gente seria»

DIA DE CDC EN IGUALADA - Foto: Marc Vila

El zigzag de Convergencia con respecto a la consulta catalana continúa, y máxime cuando quedan pocos días para que se celebre la Diada, que será más reivindicativa que nunca, o eso es lo que pregonan sus organizadores, que están viendo cómo ha bajado el número de participantes. CDC arrancó ayer el curso político con una reunión de más de tres horas de su nuevo núcleo duro -no asistió su líder, Artur Mas, que lleva sin hacer declaraciones desde hace casi dos semanas-, que dejó claro que la formación está totalmente comprometida con celebrar una consulta de autodeterminación el próximo 9 de noviembre.

«Pondremos las urnas. Cataluña quiere decidir su futuro y empezamos el curso con fuerza y energía», aseguró el coordinador general del partido nacionalista, Josep Rull. El mensaje iba dirigido, sobre todo, a su socio, ERC.

Para éste, arranca el cuatrimestre más decisivo de la Historia contemporánea catalana, y el grupo lo hace expresando su determinación a favor de la recuperación «y del reto democrático tan extraordinario que es el derecho a decidir y construir el Estado propio».

Tras estas rotundas declaraciones, es evidente que la advertencia del pasado lunes de la canciller alemana, Angela Merkel -a la que Mas escribió en enero-, dándole la razón al presidente Rajoy sobre el «disparate» de la consulta y la posibilidad de quedar la región fuera de la UE, ha caído en saco roto.

También hay que tener en cuenta que los medios de comunicación no dejan de sacar titulares en los que se habla de un Artur Mas que se hace a la idea de que no habrá referéndum, y que así se lo ha hecho saber a los líderes de su formación.

No obstante, el juego de la ambigüedad sigue instalado en el seno de CDC, cuyo número dos insistió en que su objetivo es actuar bajo el principio de la «unidad» con el resto de partidos con los que CiU firmó el encuentro sobre la fecha y la pregunta de la consulta: ICV-EUiA, CUP y ERC, que el pasado martes amenazó al partido en el poder con retirarle su apoyo y que, hace semanas, lamentó que los consellers Santi Vila (CDC) y Joana Ortega (UDC) abriesen la puerta a posponer la votación. «Somos gente seria que cumplimos con nuestros compromisos». El mensaje iba dirigido a un Oriol Junqueras que, muy probablemente, hubiese preferido una declaración pública de Mas, con cuyo silencio alimenta los rumores de que no habrá consulta.

Mientras, la portavoz de Ganemos Barcelona, Ada Colau, apostó por colocar urnas en la calle «de forma gandhiana, pacífica y masiva» para que ésta se lleve a cabo.