Convivir con una enfermedad incurable

SPC
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Carolina Torres tenía 35 años cuando le diagnosticaron hipertensión arterial pulmonar. Desde entonces, solo ha podido aferrarse a la vida, luchar y contárselo al mundo para ayudar a otros

Carolina Torres practicaba pilates y surf. De hecho, era profesora de la primera disciplina y de Anatomía y Fisiología en un instituto. Pero hace un par de años su vida dio un giro total y estuvo a punto de morir. Ahora tiene 37 años y ha sido diagnosticada con una enfermedad crónica e incurable, la hipertensión arterial pulmonar, un tipo de presión arterial alta que afecta a las arterias de los pulmones y al lado derecho del corazón, según explica la Clínica Mayo estadounidense. 

Las pequeñas arterias de los pulmones y los capilares se estrechan, bloquean o destruyen. Esto dificulta el flujo de la sangre a los órganos más afectados y eleva la presión en las arterias pulmonares. A medida que esta aumenta, el ventrículo derecho debe trabajar más para bombear sangre a los pulmones, lo que finalmente causa que el músculo cardíaco se debilite y falle.

Aunque algunas formas de esta alteración no pueden curarse, el tratamiento puede ayudar a disminuir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Así, y contra todo pronóstico, Carolina ha sido calificada por sus médicos como un «caso excepcional» ya que, a pesar del diagnóstico, su estado de salud mejoró e inició un programa experimental para poder deshacerse del veletri, una pequeña máquina que la acompaña en su día a día infusionándole directamente en sangre la medicina que necesita para no morir asfixiada.