En Ferraz no conocen las vacaciones. Yes que el ritmo en el que se trabaja en los despachos es incesante, y toda la labor oscura desarrollada durante el verano está ahora teniendo sus frutos. Tan solo cuatro días después de que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, presentara en Santiago un decálogo con lo que debía de ser la nueva política de la Unión Europea, el responsable de Política Federal, Antonio Pradas, sostuvo que su partido presentará en septiembre al resto de las fuerzas políticas su propuesta de reforma federal de la Constitución.

Así, el número tres defendió una reforma de la Carta Magna que propicie la evolución del Estado autonómico hacia un Estado federal, y que blinde el del Bienestar e impida «por la vía de la garantía constitucional» los recortes. Eso sí, subrayó que los socialistas buscarán «un consenso básico» en relación con las materias a reformar una vez que se haya presentado su propuesta.

No obstante, conviene recordar que el secretario de Organización del PSOE, César Luena, comentó recientemente que no hay fecha para registrar esa propuesta en la Cámara Baja hasta comprobar que pueda ser «útil» y tenga la posibilidad «de abrirse camino y de tener éxito».

«Lo haremos cuando sea útil. Nosotros no queremos golpes de efecto. Subir una solicitud o una sugerencia cuesta muy poco en el Congreso; alcanzar una posición favorable a ese debate de disposición de una mayoría para discutir cada uno con sus posiciones, con la voluntad de llegar a un pacto, es algo que cuesta más», señaló el riojano, que se despachó a gusto en una cadena de radio sobre la reforma de la Ley electoral que ha puesto el Gobierno encima de la mesa: «Ni nos vamos a sentar con el PP. No entramos en el fondo. Con un planteamiento tramposo, ventajista y chapucero no se puede contar con el PSOE.

A juicio del número dos socialista, «el objetivo no es reformar una ley electoral, el objetivo es de qué forma pueden asegurarse más poder o, en todo caso, el que tienen». Así, calificó la propuesta de «teatrillo a la medida de Génova».

El de Bobadilla también repasó el mes de gestión de la nueva Ejecutiva, al tiempo que aseguró  que, «reconociendo los errores del pasado, hay que distanciarse de ellos». «No podemos estar mirándonos a nosotros mismos ni castigándonos a nosotros mismos por los errores», zanjó.

Por otra parte, Luena no atacó a Arias Cañete y a su candidatura a comisario, aunque sí criticó la cita de Rajoy con Merkel: «La política española no puede depender de cambalaches y cambios de cromos, sino de lo que mayor convenga a los intereses generales».