Valladolid tiene una de las menores ratios en las frecuencias de los servicios de alta velocidad que enlazan con la capital España por cada 100.000 habitantes. Esta es la denuncia reiterada de la asociación de Usuarios AVE, que ahora han asumido todos los grupos políticos en el Ayuntamiento de Valladolid.
El estudio realizado por esta asociación de vallisoletanos que todos los días se desplazan a trabajar a la capital demuestra las «dificultades» que encuentran para utilizar algunos servicios matinales porque «hay más demanda que oferta». Una situación que ha convertido a la línea Madrid-Segovia-Valladolid en líder en pasajeros y facturación, ya que entre 2012 y 2016 aumentó un 17,5% el número de usuarios y un 23,2% sus ingresos.
Estos números justifican la reclamación que el Pleno del Ayuntamiento de Valladolid trasladará a Renfe para que el tren que sale de Segovia a las 7 de la mañana, en dirección a Madrid, salga desde Valladolid a las 6:30 horas en formato de doble composición para aliviar presión de usuarios. «Esto permitiría que los usuarios puedan llegar a sus puestos de trabajo en Madrid a primera hora», tal como apunta José Luis Arias Rico, portavoz de la asociación. Además, se sugiere la posibilidad de ofertar otro tren a las 7:00 horas desde la estación de Campo Grande en el caso de que el anterior resultara «insuficiente» para atender la demanda. La ampliación de servicios también se plantea para los servicios de vuelta desde Madrid, donde se pide que el tren que sale a las 19:25 horas de Chamartín continúe hasta Valladolid y que el servicio de las 18:10 horas que hay las vísperas de fiesta, pase a ser diario.
Flexibilidad. Los usuarios también critican la política comercial de Renfe, que en la línea de Valladolid comercializa varios tipos de abonos para los usuarios de alta velocidad, con una gran diferencia de flexibilidad en los de Avant, ya que tienen una horquilla de uso temporal menor que los del AVE. «Esto hace inviable para un usuario habitual poder beneficiarse del máximo número de viajes ofrecidos para economizar el precio final», denuncia Arias.
El estudio también refleja que el coste anual para un vallisoletano que se desplace a trabajar todos los días a Madrid puede superar los 6.000 euros. «Estas circunstancias están contribuyendo a que un buen número de antiguos usuarios y residentes en Valladolid hayan optado por trasladar su residencia a Madrid y, por otro lado, que aquellas familias que aún mantienen su hogar en Valladolid, se estén planteando también su traslado, dado que el servicio ferroviario no compensa el esfuerzo económico y de tiempo que deben realizar diariamente», se afirma literalmente en la moción institucional aprobada esta semana en el Pleno.
Por eso también se reclama a Renfe que las tarifas promocionales que se ofertan para ciudades del entorno de Madrid se apliquen para los trenes con destino y origen en Valladolid. «Hay que estudiar las posibilidades de mejora de dichas tarifas tomando como referencia las empleadas en otros países para este grupo de usuarios, completamente diferente al uso ‘turístico’ o puntual del servicio».
En la moción también se aprobó la propuesta del PPde que el Ayuntamiento estudie posibles medidas económicas para fijar de población en la ciudad. «Serían medidas dirigidas a las personas que, por motivos de trabajo o estudio, deban desplazarse de forma habitual fuera de su provincia de residencia, ya sea a nivel, municipal, provincial, regional y/o estatal». En la propuesta aprobada en el Ayuntamiento también se insta a la Junta y al Gobierno central a hacer lo propio.