Ni Arabia Saudí, ni Japón, ni Estados Unidos. El país que más incrementó el volumen de ventas de artículos de lujo en el mundo fue España. El sector es un valor al alza. La recuperación económica se está dejando sentir en el mercado de alta gama, que crece a un ritmo muy superior al del resto del planeta. No es la cuna del vanguardismo caro, donde los franceses se han ganado a pulso el mérito. Tampoco es Italia, patria de marcas emblemáticas. Sin embargo, España tiene el honor de ser el país donde más se incrementaron las ventas con un 6,2 por ciento más en el pasado año.
Por detrás, se sitúa Francia, que crece el 5,8 por ciento, dentro de un aumento general de apenas el uno por ciento entre las marcas, de acuerdo a los datos de la quinta edición del informe anual Global Powers of Luxury Goods, elaborado por Deloitte. De esta forma, España escala una posición desde la segunda del pasado ejercicio y cuenta con cuatro empresas entre las 100 más importantes del globo, representando únicamente el 1,4 por ciento.
El socio responsable de Bienes de Consumo y Distribución de Deloitte, Fernando Pasamón, señaló que el sector repunta tras períodos de incertidumbre, acercándose a una cifra de ventas anuales de un billón de dólares a finales de 2017. Además, añadió que, a diferencia de en otras industrias, el crecimiento de los productos de alto valor se prevé «constante».
«El turismo ha sido el que ha sostenido este incremento en ventas en países como España y Francia», señaló el dirigente. Por productos, las fragancias y cosméticos fueron los que mejor comportamiento mostraron, con un crecimiento de del 7,6 por ciento. Mientras que los bolsos y complementos conforman el segundo segmento con un mayor incremento (3,4 por ciento).
Las firmas galas son las que registran mayores ingresos medios, e Italia vuelve a liderar el ranking de países con mayor número de compañías entre las 100 mayores firmas del sector de lujo, con 24. De media, cada corporación del top 100 factura 1.800 millones de euros cada años.
Las compañías españolas, comparadas con las de otros países analizados, son las más pequeñas, con una media anual de ventas de 630 millones de euros. Un año más, la firma de perfumería Puig, la joyería Tous, Lonia (Purificación García y Carolina Herrera) y la marca de relojes Festina Lotus se cuelan en el selecto grupo elaborado por Deloitte. En una mirada más detenida a las cifras, la consultora destaca el crecimiento de Festina Lotus, que alcanza un 14,5 por ciento. De cerca le siguen Tous (9,9 por ciento) y Puig (9,1). Sin embargo, es La Sociedad Textil Lonia la que registra un mayor margen de beneficios, que alcanza el 9,7. Estas son las empresas patrias que tienen el honor de formar parte de ese listado de los 100 gigantes elaborado por Deloitte. En conjunto, facturan una media de 741 millones de dólares (627 millones de euros).
A nivel mundial, el ranking global vuelve a estar encabezado por el líder de este sector, el francés LVMH Möet Hennessy-Louis Vuitton, con un balance de 35.300 millones de euros en 2017, de los cuales unos 19.900 corresponden a artículos de lujo. Le siguen The Estée Lauder Companies, que sube a segunda posición desde el tercer puesto, adelantando a Compagnie Financière Richemont, ahora en tercer lugar. No hay grandes cambios en el resto de compañías de la lista de las grandes, completado por las firmas Luxottica Group y Kering, que vuelven a ocupar el cuarto y quinto lugar; L’Oreal Luxe, que escala una posición hasta la sexta; The Swatch Group, séptima; Ralph Lauren Corporation, que mantiene su podium en octavo lugar; PVH Corporation, en novena; y Chow Tai Fook, que baja puestos por tercer año consecutivo.