Fue uno de los temas más comentados ayer en la ciudad. Fue el protagonista de las conversaciones de muchos. Valladolid registró durante todo el día una intensa fragancia fétida, un olor pestilente que, según fuentes de la Concejalía de Desarrollo Sostenible, procedía del abono de las tierras de labor colindantes a la capital. Se trata de una situación que probablemente se repetirá durante los próximos días dado que muchos agricultores se dedicaron este pasado fin de semana a esparcir estiércol y purines para nutrir de esta manera sus tierras. Se da la circunstancia, además, que el olor se intensifica con dos cuestiones en especial: por el intenso calor que está registrándose durante estas fechas y durante las horas de riego, momentos en el que la materia orgánica extendida se descompone aún más en el terreno.
Esta es la respuesta a la pregunta más formulada en la jornada de ayer, descartando de este modo posibles olores procedentes del Centro de Tratamiento de Residuos, de la Estación Depuradora de Aguas Residuales o incluso del entorno del canal de Zaratán. Y es que precisamente los niveles de alerta por esta causa ayer no alcanzaron los índices de alarma, siendo los profesionales del sector agrícola los que confirmaron ayer al Consistorio la procedencia del mal olor que fue respirable desde muchos puntos de la ciudad: desde la Plaza Mayor hasta la avenida de Salamanca o Juan Carlos I, desde el centro hasta las rondas de circunvalación. Porque ayer olía muy mal por toda la ciudad, pero verdaderamente mal, identificable perfectamente con estiércol, tanto que el Ayuntamiento a través de sus cauces habituales de quejas y reclamaciones recibió alguna consulta al respecto.
Es más, no lo fue pero pudo ser peor. El olor no se propagó desmesuradamente porque, según los datos aportados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) la fuerza del viento fue de 4 kilómetros por hora, registrándose solo una punta de 10 kilómetros hora a primera hora de la mañana en dirección noreste. Así, estas mínimas rachas evitaron que este mal olor fuera incluso más desagradable.
¿Y por dónde están echando el estiércol?Si bien sorprende que desde municipios del alfoz apenas hayan detectado este hedor, lo cierto es que las mismas fuentes explican que principalmente se ha extendido por la zona sur de la capital, en los campos de cultivo próximos a barrios como Puente Duero, donde el olor era más intenso si cabe. El abono de las tierras cuenta con las consiguientes autorizaciones de la Junta de Castilla y León y se trata de unos trabajos que se realizan todos los años en esta misma época del año, por lo que muchos ciudadanos afinaron ayer en echar memoria para recordar que muchos años huele así de mal por esta época del año.
Sin duda, serán las rachas de viento las que dirijan en las próximas horas este aroma a uno u otro punto de la capital y nada quedará por hacer sino esperar a que la materia se descomponga completamente sobre el terreno. El mal olor llega, además, a las puertas de la inauguración de la Feria y Fiestas de Nuestra Señora de San Lorenzo, unas celebraciones centradas en las actividades de calle, sobre todo gastronómicas, por lo que los profesionales del sector confían en que el mal olor se minimice. Hasta entonces, ya son muchos los que de modo molesto, jocoso e incluso irónico comentaban ayer por las redes sociales sobre el mal olor que inundaba Valladolid más si cabe al comienzo de un nuevo curso político que comenzó también ayer.
Además, fuentes de los sindicatos agrarios destacaron que durante estas fechas los agricultores vallisoletanos comienzan a abonar las tierras de labor de cara a las próximas siembras que comenzarán durante las próximas semanas. «Vamos preparando la tierra para comenzar la campaña de siembra». De ahí, el mal olor registrado ayer en la ciudad.