Valladolid pierde casi 35.000 habitantes en favor de los pueblos del entorno desde 1997

Óscar Fraile
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El precio de la vivienda ha hecho que casi 60.000 personas se vayan al alfoz en dos décadas, aunque 25.300 hicieron el camino inverso · La tendencia se ha ralentizado en los últimos años

La evolución demográfica de la capital en los últimos años viene marcada por una importante pérdida de población. Es un fenómeno que empezó a producirse en 2005. Por entonces, Valladolid tenía 321.000 habitantes, pero la crisis económica que vino después provocó una serie de fenómenos sociales que mermaron el censo hasta los poco más de 306.000 vecinos que tiene ahora.


La falta de oportunidades ha hecho que miles de jóvenes se busquen la vida en otras zonas de España, sobre todo Madrid y Barcelona, o prueben suerte en el extranjero. Pero hay otro fenómeno que ha influido más en esta tendencia: la burbuja inmobiliaria y la subida del precio de la vivienda entre los años 2007 y 2014. Esta situación hizo que la mayoría de los jóvenes ni se pudiera plantear comprar una vivienda en la capital y tuviera que adquirirla en los municipios del entorno, donde el metro cuadrado estaba mucho más barato.


Según los datos del propio Ayuntamiento, entre los años 1997 y 2014, la capital tiene un saldo migratorio de -34.602 personas respecto a los municipios de la Comunidad Urbana de Valladolid (CUVA), es decir, las localidades de su entorno. Y casi todo este ‘éxodo’ se ha dirigido hacia cuatro pueblos: Arroyo de la Encomienda, Laguna de Duero, La Cistérniga y Zaratán, que acumulan un saldo migratorio positivo de 21.366 habitantes respecto a la capital.


En la primera década de este siglo, los pueblos del entorno ‘robaban’ entre 2.000 y 3.000 habitantes al año a Valladolid, pero desde el año 2011 esa cifra se ha rebajado por debajo de los mil gracias al descenso del precio de la vivienda en la capital, que ha hecho que ya no haya tanta diferencias con la del alfoz.


Y los datos demuestran que el primer municipio al que miran los vallisoletanos que quieren dar este paso es Arroyo de la Encomienda. Más de 12.500 vecinos lo hicieron en el periodo analizado, por los poco más de 3.000 que emprendieron el camino contrario. La evolución demográfica de este pueblo es espectacular. Basta con señalar que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 1996 no llegaba a 2.000 vecinos, pero en 2015 esa cifra ya ha aumentado hasta casi los 18.500 para convertir a Arroyo en el tercer municipio más poblado, solo por detrás de Laguna de Duero y Medina del Campo.

 

El propio alcalde, José Manuel Barrio, es uno de los que decidió dejar la capital para irse a vivir allí. Lo hizo en 1997, cuando Arroyo no era ni la sombra de lo que es ahora. «Pero por entonces ya tenía claro que había mucho potencial», asegura. Según él, el precio de la vivienda ha hecho un efecto llamada, pero no ha sido el único factor. «También hay que tener en cuenta los servicios que ofrecemos, la calidad de vida y las zonas verdes», agrega. Pero el peso del ladrillo se nota en el hecho de que «en los últimos años de la crisis Arroyo era el único sitio de la provincia donde se seguía vendiendo algo». Y eso a pesar de la multitud de promociones que se quedaron a medio hacer y que ahora se están ejecutando poco a poco.


Todos estos factores han hecho que el pueblo haya estado creciendo «a un ritmo de cien habitantes al mes». Barrio confirma que, aunque todavía no son cifras oficiales, Arroyo ya tiene más de 19.000 censados, pese a que «cojea» en aspectos como el instituto que demanda desde hace tiempo y el quinto colegio, que ya está en proceso.


El segundo municipio que tiene un saldo más favorable respecto a Valladolid es Laguna de Duero, la localidad más poblada de la provincia. En los 18 años analizados, 4.598 personas dejaron este municipio para vivir en la capital, pero 9.468 emprendieron el camino contrario. Así lo reconoce el propio alcalde, Román Rodríguez: «Sucedió, sobre todo, con la proliferación de viviendas en el entorno de Torrelago, pero es una tendencia que se ha frenado en los últimos cuatro años», explica. Él también reconoce que el precio de la vivienda está detrás de este fenómeno. «Hace unos años comprar una vivienda en Laguna era mucho más barato que hacerlo en Valladolid, pero ahora el mercado está parado, no se construye desde hace tres años y solemos dar una licencia en cada Junta de Gobierno», explica. De este modo, Laguna se ha convertido en un pueblo con un gran porcentaje de población joven. «En el año 2000 fuimos el municipio con mayor natalidad de Europa», apostilla el regidor. Eso implica una mayor necesidad de servicios, un reto que no es fácil de conseguir si se tiene en cuenta que el descenso del presupuesto como consecuencia de la caída de la actividad inmobiliaria. «En el año 2005 era más o menos de 20 millones y ahora estamos entre 13 y 14», explica Rodríguez.


El presidente de la asociación de vecinos La Calle, Luis Miguel Pérez, cree que Laguna necesita más servicios de los que tiene para «quitarse la etiqueta de ciudad dormitorio». A su juicio, el pueblo «no tiene una sede administrativa de consideración, tiene dos polígonos que están al 45 y al cinco por ciento de ocupación y carece de grandes superficies comerciales, que se han ido a Arroyo».

 

Otro municipio que tiene un saldo migratorio con la capital muy similar al de Laguna es La Cistérniga. Entre 1997 y 2014 tiene un balance a su favor de 4.167 habitantes. Como en los otros dos casos, la evolución de este pueblo está marcada por la llegada de gente joven, muchos de ellos procedentes de la capital. «Ha sido una constante en los últimos años, y creo que se ha producido porque hace tiempo teníamos viviendas que estaban entre un 20 y un 30 por ciento más baratas que en Valladolid, un porcentaje que era mucho más alto si las comparabas con zonas como Covaresa», explica el alcalde, Mariano Suárez.


Según el regidor, lo que se pedía por determinadas viviendas en Valladolid «era una barbaridad», pero reconoce que la rebaja de precio de los últimos años ha hecho que la oferta se acerque mucho a la de La Cistérniga. Un pueblo que vuelve a ver cómo se anima el sector del ladrillo. «Están haciendo una promoción de 40 adosados y me han dicho que ya tienen vendidos 35», agrega. Suárez reconoce que «el 90 por ciento de los nuevos vecinos son parejas jóvenes» y el pueblo ha registrado «más de 130 nacimientos el último año y en otros se llegaron a superar los 160».


El último de los cuatro pueblos que tienen un mejor saldo migratorio con la capital es Zaratán. La evolución de su población es muy similar a los casos anteriores y el precio de la vivienda vuelve a estar en el centro de este movimiento. La propia alcaldesa, Susana Suárez, reconoce que se decantó por Zaratán para vivir por este motivo. «Los precios eran mucho más asequibles y hay que tener en cuenta que los pueblos del alfoz son mucho más tranquilos y cómodos para vivir, además de ofrecer los mismos servicios que la capital», opina.


En los años que recoge el estudio, Zaratán registró un saldo migratorio positivo de casi 2.900 personas después de ver cómo se iban  1.577 a la capital, pero cómo llegaban 4.473 desde allí, según los datos del Ayuntamiento de Valladolid. «Entre los años 2005 y 2007 aquí se construyó mucho, y podías tener una vivienda nueva por el mismo precio o menos de lo que te pedían por una de segunda mano en la capital», agrega la alcaldesa.


En este caso también hay que tener en cuenta la buena situación de esta localidad. «Somos el municipio mejor comunicado de la provincia, además de que tardamos menos en llegar al centro de Valladolid que muchos vecinos de barrios de la capital», dice Suárez.


La regidora cree que el municipio va a seguir creciendo en los próximos años. Según el censo del INE de 2015, Zaratán tiene 6.124 vecinos, pero Suárez avanza que esa cifra ya ha crecido a  6.242 este año. «La mayoría de los vecinos son parejas jóvenes, por eso tenemos muchos niños, lo contrario de lo que sucede en los pueblos que están más dispersos», concluye la alcaldesa de Zaratán.


Los 22 municipios analizados por el estudio del Ayuntamiento de Valladolid tienen un saldo migratorio positivo respecto a la capital entre 1997 y 2014. Por detrás de Arroyo de la Encomienda, Laguna de Duero, La Cistérniga y Zaratán, están Aldeamayor de San Martín (+1.809), Santovenia de Pisuerga (+1.753), Renedo (+1.654), Boecillo (+1.330) y Simancas (+1.214).