Fallece el gitano rumbero

AGENCIAS
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El cantante Peret, padre de la rumba catalana, murió ayer a los 79 años en Barcelona como consecuencia de un cáncer de pulmón. Estaba preparando su primer disco íntegro en catalán

El artista Peret en una de sus últimas intervenciones antes de serle diagnosticado el tumor que ha acabado con su vida. - Foto: EFE

España llora la muerte del padre de la rumba catalana. El cantante y músico Peret falleció ayer con 79 años en un hospital de Barcelona en el que llevaba días ingresado por un cáncer del pulmón.

La familia del artista gitano informó a primera hora de la tarde de su deceso tras haberla desmentido horas antes, después de que el Departamento de Cultura del Gobierno catalán la anunciara sin que aún se hubiera producido.

Aunque durante el tratamiento pudo abandonar el hospital, sufrió una recaída y llevaba días muy grave bajo sedación.

Peret, cuyo verdadero nombre era Pere Pubill, informó de que padecía cáncer el pasado 30 de julio y anunció una retirada temporal de los escenarios. La enfermedad le fue diagnosticada hace solo unas semanas, cuando preparaba el lanzamiento de su primer disco íntegro en catalán y de otro trabajo con canciones en castellano.

«Aunque uno cree que los asuntos de la salud son privados, quisiera comunicar que hace unos días me fue detectado un tumor», señaló en su web oficial.

Entonces se mostró optimista sobre las posibilidades de superarlo. «Estoy siguiendo el tratamiento correspondiente, y los médicos me aseguran que no tardaré mucho en subirme de nuevo a los escenarios, que es lo que más me gusta en el mundo», escribió.

Nacido en la localidad barcelonesa de Mataró en 1935, Peret (Pedro Pubill Calaf) debutó en los escenarios en los años 40 y desde entonces publicó 27 discos y participó en varias películas.

TRAYECTORIA. El artista gitano fue nombrado el rey de la rumba catalana, también conocida como rumba pop, un género surgido a finales de los años 50 después de que éste uniera el mambo y el rock and roll, y fue máximo exponente de este género junto a Antonio González El Pescaílla.

Del rock, Peret tomó prestado el ritmo, mientras que del mambo se quedó con la armonía, e intentó trasladar a las cuerdas de su guitarra española, no flamenca.

Otra de sus grandes aportaciones fue la técnica del ventilador, su particular forma de tocar la guitarra usando su madera a modo de percusión.

Junto a sus amigos de la barcelonesa calle de la Cera -Chacho Valentí, El Serdo, Toni Valentí, Joanet- puso en práctica otra idea que le venía rondando por la cabeza: crear unas palmas completamente distintas a lo conocido.

Antes de que consagrara su vida a la rumba catalana, Peret se dedicó a los más diversos oficios: carpintero, tapicero, chatarrero, vendedor de tejidos.

Con tan solo 12 años, y con el gusanillo de la música en el cuerpo y con una guitarra entre las manos, debutó en el Teatro Tívoli de Barcelona junto a su prima Pepi bajo el nombre de los Hermanos Montenegro.

En 1974 representó a España en el Festival de Eurovisión con Canta y sé feliz. Entre sus temas más conocidos se encuentran Borriquito, Una lágrima o Barcelona tiene poder -con su momento más apoteósico en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92-.