Arroyo pide la disolución de la CUVA al entender que sólo la capital tendrá el control del servicio de taxi del alfoz

R. GRIS
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El municipio entiende que el Ayuntamiento de Valladolid no puede capitanear en solitario la puesta en marcha del servicio metropolitano de taxis y amenaza con acudir a los tribunales

La puesta en marcha del servicio de taxis metropolitano puede complicarse si Arroyo acude a los tribunales.

Problema a la vista. El Ayuntamiento de Arroyo de la Encomienda aprobó ayer en Pleno la disolución de la Comunidad Urbana de Valladolid (CUVA). Es decir, el equipo de Gobierno solicita que el grupo de municipios que llevaba más de dos años trabajando para la prestación conjunta de servicios a los ciudadanos desaparezca. Lo hace al entender que «carece de personalidad jurídica propia y de las garantías inherentes» a las administraciones implicadas en procedimientos de acuerdo y coordinación de servicios.   

El alcalde de Arroyo, José Manuel Barrio, manifestó que su Ayuntamiento no puede consentir que se «pasen por encima» los intereses del municipio.  Así, indicó que no descarta ir a los tribunales en el caso de que tanto la CUVA como la propia Junta pretendan aprobar algunos aspectos que puedan ir en contra de las seis licencias concedidas a taxistas en Arroyo. «Siempre hemos sido incómodos en ese sentido y no descartamos acudir a los tribunales».

Al respecto, cabe recordar que Arroyo no tiene el peso suficiente en la CUVA, según sus estatutos, para bloquear la aprobación del borrador para la puesta en marcha del servicio de taxis metropolitano, aunque otra cosa sería si el Consistorio decide acudir a los tribunales. «A mí no me pueden decir, como recoge el borrador, dónde van a estar ubicadas las paradas de taxi en mi pueblo», indicó Barrio.

En este sentido, el Pleno de Arroyo dio el visto bueno a una moción donde se pide también que se retire el Borrador de Reglamento del Servicio de Taxi que ya está hecho y que los servicios jurídicos de la Junta redacten uno nuevo que respete «el principio de autonomía local y el consenso entre los pueblos».

Pero además, la moción deja bien claro que el Ayuntamiento interpondrá «hasta sus últimas consecuencias los recursos en defensa de la autonomía local que el ordenamiento jurídico permite», en el caso de que se apruebe de manera definitiva el borrador del reglamento del taxi metropolitano.

La moción se aprobó únicamente con los votos a favor de IPAE, ya que tanto el PP como el PSOE se negaron a apoyarla. El portavoz de los ‘populares’, José Antonio Otero, considero esta iniciativa «como un auténtico despropósito», ya que Arroyo no puede «amenazar» a la capital para conseguir sus propósitos. «No tiene sentido».

El mismo planteamiento expuso la portavoz de los socialistas, Verónica Calvo, quien incluso fue un poco más allá e indicó que debe «haber algo» que la oposición aún desconoce. «Hay algo que se nos escapa y no sabemos qué es», indicó la responsable del PSOE.

El borrador del Reglamento del Taxi fue aprobado en primero instancia por la CUVA en diciembre y se abrió un periodo de alegaciones que terminará mañana, periodo donde los 25 consistorios tienen la posibilidad de presentar alegaciones. Arroyo lo hará hoy mismo.

Las reacciones a la decisión de Arroyo no se hicieron esperar. La CUVA emitió un comunicado ayer para aclarar que el proyecto continuará «con independencia del acuerdo adoptado hoy por el pleno de Arroyo» y aclaró que el municipio «quiere imponer que sus seis taxistas entren a trabajar de forma directa en Valladolid», algo que «no podrá ser».