La Senda del Duero, abandonada por las administraciones

R.G.R / M.R.I.
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La ruta entre Olivares y Valbuena está en un estado pésimo. La maleza y los árboles caídos hacen intransitables varios tramos. Los regidores critican la falta de apoyo e inactividad de la CHD, que advierte que si no se conserva se debe «cerrar»

Un complicado galimatías de competencias entre administraciones hace que la Senda del Duero se encuentre en una situación de abandono que la hace casi impracticable. El Sendero GR 14 que recorre de este a oeste la provincia siguiendo la margen del río está en un estado descuidado y en los tramos de la Senda del Duero llega incluso a a ser peligroso en varios puntos. Una situación que coincide con la máxima afluencia de visitantes de fuera de la provincia, pero también del entorno, que en los días de vacaciones se animan a caminar por este sendero. 

La conservación de una infraestructura, que requirió una inversión de 5,3 millones de euros, que aportó el Ministerio de Medio Ambiente Medio Ambiente, con ayuda de fondos europeos, ha sido mínima. «Si no se mantiene se debería cerrar al público. Hay que garantizar la seguridad porque si hay un accidente será responsabilidad del ayuntamiento de turno. Y así se les advirtió en una reunión que tuvimos recientemente», tal y como explica el director técnico de la CHD, Alfredo González. 

Pero los alcaldes de la ribera entienden que el mantenimiento no se lleva a cabo por el galimatías de competencias que existe entorno al río y la senda desde que la obra se entregó a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) en noviembre de 2013. Tres años después, la CHD comunicó a los consistorios que debían hacerse cargo de este bien destinado al uso general. Una posición que la mayoría no comparte, e incluso aseguran que no han recibido ninguna notificación, y aclaran que no tienen medios para atender un recurso turístico de primer orden en la provincia. «Si no quieren la senda y no la pretenden conservar, nosotros no podemos hacer nada. Es su territorio y su competencia», explica el director técnico de la CHD. 

posible cierre. Sobre el posible cierre del camino, algunos de los alcaldes se tomaron a broma esta consideración, ya que indicaron que algunos tramos están «muy bien conservados» y esta medida sería «ponerle puertas al campo». No entienden cómo es posible que si la gestión es competencia de los ayuntamientos sea la CHD u otra administración la encargada de cerrar este recurso turístico aunque sea para garantizar la seguridad de los senderistas. Todos los regidores entienden que donde se debe acentuar el esfuerzo es en la promoción del recurso y no en poner trabas sobre las competencias entre administraciones.

Desde el organismo estatal se detalla que los caminos naturales no son su competencia y que esto se explicó a los ayuntamientos afectados cuando se planteó una obra que pone en valor el río, pero sobre todo este recorrido. «La CHD gestiona el agua no los caminos porque no tenemos competencias. Si cambia la ley lo haremos encantados, pero mientras tanto no tenemos capacidad para ello», reiteran desde la institución.

Un problema en el que intentó mediar la Diputación al aprobar por unanimidad una proposición que conlleva el compromiso de evaluar el estado del recorrido para concretar las medidas necesarias para su correcta conservación. Una evaluación que dos años después fuentes de la institución dicen que está en marcha. El vicepresidente, Víctor Alonso Monge, destacó que la institución tiene dos líneas de ayudas directas a los municipios para el arreglo de sendas homologadas para su acondicionamiento. Los consistorios que se acogen a estas subvenciones pueden disponer de una cuadrilla que se encarga del desbroce de maleza para que el tránsito por este tipo de recorridos sea accesible. 

Sobre la proposición aprobada indicó que está en contacto con la Federación de Montañismo para que lleve a cabo un estudio sobre el estado de «todas las sendas» de la provincia, incluida evidentemente la Senda del Duero. 

La Diputación también ha intentado mediar entre los ayuntamientos, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y la CHD para realizar las obras necesarias pero, de momento, la situación sigue bloqueada y unos por otros, un lustro después la inacción ha derivado en la situación actual de abandono.

De hecho, hubo una reunión hace unas semanas en el Ayuntamiento de Peñafiel donde estuvo el propio presidente de la Diputación, la CHD y los alcaldes de los municipios. «Allí ofrecimos diseñar un contrato para devolver a la senda su aspecto original y garantizar el mantenimiento rutinario anual para no volver a encontrarnos en una situación así», explica el director técnico de la CHD. Esta idea inicial se materializó en la redacción de un pliego de condiciones para el contrato, pero debía ir acompañado de un convenio para su financiación que quedó en el aire. Desde el organismo estatal esperan que se pueda retomar en una próxima reunión en septiembre.

Evidentemente, no todos los tramos de la senda se encuentran en las mismas condiciones, ya que algunos ayuntamientos entienden que la competencia del mantenimiento y acondicionamiento de esta infraestructura es suya, mientras que otros regidores afirman que debe ser la CHD la encargada de realizar estas labores. Así, en el caso de Peñafiel, su alcalde, Roberto Díez, declara que dentro de su término municipal se ha procedido al acondicionamiento del camino esta misma semana. «No hemos podido limpiar antes como consecuencia de las lluvias. Pero es un asunto donde intervenimos nosotros como Ayuntamiento, no lo hace ninguna otra administración», comentó el regidor. 

uno de los peores. Una opinión que no es compartida por todos sus compañeros ribereños. En el caso de Olivares de Duero, la alcaldesa, Raquel Sánchez, indicó que es la propia CHD la encargada de la gestión. «No nos la ha cedido oficialmente». Destacó que la limpieza de la senda es «un coste que no podemos asumir. En mi caso, con un único trabajador municipal, es imposible asumir los ocho kilómetros que tenemos».

De esta forma, el tramo de Olivares es uno de los peores, sino el peor, en cuanto a conservación. Troncos caídos en medio del camino, maleza, hierbas, zarzas... La propia alcaldesa reconoce que es algo «terrible», aunque rechazó reunirse con sus compañeros para recorrer la senda con El Día de Valladolid y pedir ayuda para adecentarlo. Además, esta zona también cuenta con un embarcadero, un observatorio de aves y muchos postes indicadores de la senda. Todo ello en mal estado. «Ni siquiera podemos mantener el embarcadero». 

Es una situación complicada que pone en peligro a los propios transeúntes, ya que se pueden producir caídas o arañazos. Hay que tener en cuenta que en esta parte de la senda incluso se han producido algunos desprendimientos de tierra y algunas de los listones de madera que ayudan a los caminantes están en un estado lamentable sin recibir los tratamientos necesarios de conservación. 

Una parte de los alcaldes entienden que la limpieza del camino es competencia de los propios ayuntamientos y han solicitado en la mayoría de los casos la línea de subvenciones de la Diputación para acometer los trabajos de desbroces, pero la mayoría están de acuerdo en que no pueden afrontar el mantenimiento de las estructuras de madera y puentes sobre el río. «Yo tengo una estructura de madera que se ha hundido y no puedo afrontar el coste de su arreglo. Ya se lo comuniqué a la CHD hace más de un año», comenta el alcalde de ?Bocos de Duero, Luis Mínguez. 

Lo mismo ocurre, por ejemplo, en Valbuena de Duero, donde desde hace más de un año el embarcadero de madera se encuentra ‘aparcado’ en un camino sin solución por el momento. 

Promoción. Otro de los caballos de batalla de la senda es la falta de publicidad. La Diputación también se comprometió a colaborar en la difusión y promoción como recurso natural y turístico de la provincia, aunque con escaso éxito. Víctor Alonso destacó que se mantiene la promoción a través de la página web y los ayuntamientos intentan, también con escasa fortuna, que tenga una visualización para turistas que llegan a la zona atraídos por el mundo del vino. 

Es más, en algunos tramos incluso es costoso encontrar la propia senda debido a que los postes indicadores de madera han sido arrancados o sustraídos y no es fácil continuar el camino. En algunos tramos, como en Tudela de Duero, resulta complicado comenzar a andar por la senda debido a que no está ni siquiera señalizado.

De esta forma, mientras las administraciones se echan la culpa unas a otras, el deterioro de la senda continua con el paso de los meses sin que los turistas y los propios vecinos de los municipios puedan disfrutarla.