Los colegios e institutos de Valladolid forman a 144 alumnos superdotados

Óscar Fraile
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Valladolid cuenta con un equipo de atención a estos estudiantes con altas capacidades intelectuales que está integrado por profesores en la especialidad de Psicología y Pedagogía

Formar a un alumno superdotado es todo un reto docente. Primero, porque el profesor tiene que tener la intuición suficiente para detectar que un niño tiene lo que técnicamente se conoce como ‘altas capacidades intelectuales’.Una vez conseguido este reto, después hay que tener muy en cuenta su potencial para que no se vuelva en su contra, para que no le genere frustración.


Según los datos aportados por la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, los colegios e institutos de Valladolid tienen 144 alumnos con altas capacidades intelectuales en sus aulas, entendiendo como tales aquellos que «presentan necesidades educativas derivadas de su alta capacidad intelectual, de la adquisición temprana de algunos aprendizajes o de sus habilidades específicas o creativas en determinadas áreas o materias y, por tanto, precisa de una respuesta educativa distinta y diferenciada respecto a otras necesidades de apoyo educativo».


Llama la atención el incremento de alumnos de este tipo que se ha producido en los últimos años. En 2011 había unos cien alumnos de este tipo, por los 144 actuales.


¿Por qué es importante personalizar esta educación? Porque en la mayoría de las ocasiones estos alumnos se tienen que enfrentar a estereotipos «que les ocasionan marginación, aislamiento y situaciones problemáticas en la escuela y en su entorno social y familiar», sostienen desde la Asociación Española de Superdotación y Altas Capacidades (AESAC). «La falta de aceptación social con que cuentan los niños y jóvenes superdotados motivada, la mayoría de las veces, por un total desconocimiento de sus características o, lo que es peor, por un conocimiento erróneo», dice la web de esta asociación.


Y para evitarlo, Valladolid cuenta con un equipo de atención al alumnado con altas capacidades intelectuales que está integrado por profesorado de la especialidad de Psicología y Pedagogía. Es un equipo que da servicio a toda Castilla y León y que tiene su sede en el colegio Allúe Moller, situado en la calle Sargento Provisional.

Estos profesores se encargan, entre otras cosas, de asesorar a orientadores, profesores e incluso directivos sobre las implicaciones educativas de las altas capacidades. También trabajan en la difusión de experiencias eficaces en el ámbito escolar y en mejorar la colaboración de las distintas instancias educativas.


Por otro lado, cabe destacar que, aunque tradicionalmente se utiliza el término superdotado para referirse a los niños con altas capacidades, realmente no se puede considerar superdotada a una persona hasta que no llega a la edad adulta.


Según AESAC, este término se refiere «a las personas que se caracterizan por tener un nivel muy elevado de recursos en todas las aptitudes intelectuales (aptitud numérica, capacidad de cálculo, comprensión y razonamiento verbal, capacidad espacial)» y es un estado «al que se llega en la edad adulta».


Para referirse a niños en etapa escolar es más acertado hablar de altas capacidades intelectuales. En Valladolid su escolarización se realiza en centros ordinarios, aunque estos colegios pueden realizar programas específicos.