¿Castilla y León ha recaudado más o menos con el ‘céntimo sanitario’ (ahora tramo autonómico sobre el impuesto de hidrocarburos)? ¿Ha servido para atenuar los recortes o  en cambio los agudiza ahora? El tributo sobre las gasolinas se ha convertido nuevamente en arma de ataque contra la decisión de la Junta de implantarlo desde marzo de 2012, especialmente por parte del PSOE y de los empresarios del sector. Ambos consideran ruinoso para la economía regional a la vista de los efectos que tuvo en descenso de consumos con la consiguiente caída de ingresos por impuestos. La Junta, en cambio, defiende su vigencia porque amortiguó los efectos de los recortes aquel año. 

 

A raíz de la aprobación definitiva de la Liquidación de la Financiación Autonómica de 2012, todos han echado sus cuentas. En el impuesto de hidrocarburos, Castilla y León dejó de  ingresar 75 millones, de los cuales, la Junta achaca al impacto del céntimo sanitario en el consumo sólo 49 millones, el resto se deriva de la caída generalizada provocada por la crisis. Si se recaudaron 86, aún le salen las cifras positivas, y se ingresaron 37 más, aún con la caída. 

 

La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, también insistió ayer en la necesidad de su implantación en aquel momento. «Era muy necesario para no realizar más recortes», señaló ayer en declaraciones a Ical y añadió que no se dan las condiciones en este momento para su supresión. Además, acusó a los socialistas de no tener interés en conocer la recaudación real, en referencia a que el procurador afirmó que no sabe dónde están los 86 millones en la web de la Junta.

 

El PSOE, en cambio, no sólo se fija en el impuesto de hidrocarburos, pues los ingresos que la comunidad recibe de las gasolinas llegan también por el IVA y el impuesto de venta a minorista de hidrocarburos. Sumando este impacto, a los socialistas les salen números rojos:concretamente 64,4 millones de euros. 

 

En el desglose del impacto del ‘centimazo’, el portavoz socialista de Hacienda, José Francisco Martín, señaló la pérdida de 93 millones del Impuesto de Hidrocarburos -la Comunidad recibe el 58 por ciento de lo recaudado-, dado que el consumó de gasolina 95 bajó un 11,49 por ciento, la de 98 un 21,78 y el gasoleo un 20,62 frente al 6,98 por ciento en España. A ello añadió, 12,8 millones menos en el Impuesto sobre la venta minorista de Hidrocarburos -2,4 céntimos por litro- y los 44 del IVA, lo que supone una pérdida total de 150 millones frente a una recaudación de 86, que implica un saldo negativo de 64,4 millones.

 

Los empresarios de las gasolineras van más allá. El presidente de la Agrupación de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles de Castilla y León (Avecal), Rafael Pizarro, considera que las pérdidas para la comunidad se elevan a 162 millones de euros. Para llegar a esta cifra multiplica el volumen de litros dejados de vender en Castilla y León desde la entrada en vigor del impuesto (525 millones de litros en los 10 primeros meses de 2012) por 30 céntimos de euros, que es lo que la Junta ingresa de los impuestos en cada litro de gasolina, como mínimo, pudiendo llegar a 32 céntimos. 

 

Pizarro no descuenta ni siquiera los 86 millones de euros que se recaudaron. «Aquí todo el mundo olvida que por una sentencia europea el ‘céntimo sanitario’ como tal es ilegal y se ha ordenador devolverlo», señala el presidente regional de Avecal.