Con la llegada del otoño muchas calles y aceras de la capital se cubren de un manto de hojas secas que, al margen de bucólicas estampas que deja para algunos, implica cierto peligro para los viandantes y deja más de un susto por los resbalones que suelen provocar. Un problema que conocen bien los operarios del Servicio de Limpieza municipal, que todos los años por esta época pone en marcha una campaña de retirada, que en esta ocasión se inició hace ya un mes.
El dispositivo municipal conlleva destinar una barredora de gran capacidad (4m3) a cada una de las seis zonas de limpieza viaria en las que está dividida la ciudad. Esta máquina se acompaña por un equipo de operarios de limpieza viaria, que van equipados con máquinas sopladoras para realizar un trabajo conjunto con la máquina barredora. De hecho este año están trabajando a diario en las distintas zonas de la capital ocho barredoras grandes y tres pequeñas (1,5m3).
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