La gripe rebrota hasta un nivel "alto" en Castilla y León al rozar los 400 casos por cada 100.000 habitantes

Ical
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Los virus predominantes están siendo el del tipo A (subtipo H3), que afecta sobre todo a la población infantil y el B

Aumenta la incidencia de la gripe en Castilla y León. - Foto: Europa Press

La tasa de incidencia de la gripe en Castilla y León se ha incrementado de forma notable entre el 19 y el 25 de enero y se sitúa por primera vez en este invierno en los 383,47 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone un nivel “alto” en comparación con las temporadas precedentes, cuando se quedó en los 270 casos. El virus predominante es el A, subtipo H3, y el B, que representa el 25 por ciento de las detecciones, por encima de la media de otros país, según los últimos datos recogidos por la Red Centinela Sanitaria.

En ese sentido, la actividad gripal ha rebrotado en la Comunidad durante la cuarta semana del año, manteniéndose muy por encima del umbral epidémico, fijado en los 50 casos por cada 100.000 habitantes. De acuerdo con los datos históricos, la Consejería de Sanidad espera todavía al menos una semana más con actividad gripal de intensidad media o alta. La situación en España y en Europa es similar, con incremento de la incidencia y de las detecciones de virus. Posteriormente, su incidencia debería comenzar a descender.

Asimismo, el virus mayoritario, el tipo A, subtipo H3, afecta especialmente a la población infantil, mientras el B presenta una mayor afectación de adultos que de niños. Por grupos de edad, la mayoría de los casos afectaron a niños y adolescentes hasta los 15 años. La semana pasada, 31 médicos de la Red Centinela Sanitaria comunicaron 168 casos de gripe, por lo que la población cubierta con esta estimación asciende a 28.259 personas. Además, se procesaron 84 frotis faríngeos (raspado en la garganta para extraer una muestra y analizarla), de los que se detectaron 34 casos.

Respecto a los 375 casos acumulados, 350 fueron de personas no vacunadas y los 25 restantes de vacunados, todos ellos ciudadanos de más de 25 años, salvo seis niños menores de 15 años. Por tramos de edad, el grupo más afectado fue el de los niños de entre cero y 14 años, con 256 casos registrados. A continuación se situaron los adultos de entre 15 y 44 años, con 63. Por su parte, entre las personas de entre 45 y 64 años hubo 39 enfermos; entre 65 y 74 años, 15, y finalmente, entre los ciudadanos mayores de 75 años, dos.

Desde principios de año, la Consejería de Sanidad ha ampliado el número de camas disponibles en los hospitales de la red pública, dado que el 17 por ciento de los ingresos están motivados por trastornos neumológicos.

Vacunación

La Consejería de Sanidad reforzó la campaña contra la gripe y el neumococo añadiendo 20.000 dosis a las 700.000 habituales e incorporando dos nuevos tipos. Adquirió 330.000 dosis de una vacuna de desarrollo celular, que no presenta trazas ni de huevo ni de antibióticos, lo que reduce significativamente la posibilidad de alergias y además presenta una mayor eficacia especialmente ante la gripe A/H3.

También, para la vacunación antineumocócica, compró 6.000 dosis de la vacuna conjugada 13-valente, especialmente destinada para pacientes que pertenecientes a determinados grupos de riesgo sanitario. En conjunto, la Junta invirtió en la compra de estas vacunas 3,17 millones de euros, de los que mayor cantidad, 2,72 millones, corresponden a las dosis antigripales y el resto, 447.324, a las antineumocócicas. El Ejecutivo logró un ahorro sustancial al adherirse a una compra agregada con otras comunidades. El precio medio de cada dosis se sitúa en 3,7 euros.

Las vacunas frente a la gripe con las que atender las demandas asistenciales se reparten inicialmente por provincias, aunque se mantiene un reservorio de 82.320 unidades. De esa forma, Ávila contó con 48.890; Burgos con 88.000; León con 123.797; Palencia con 44.708; Salamanca con 85.690; Segovia con 36.000; Soria con 26.470; Valladolid con 125.375; y Zamora con 58.750.

Gripe

La gripe es una enfermedad respiratoria infecciosa aguda con una elevada capacidad de transmisión de una persona a otra. Se presenta generalmente en los meses de invierno (de noviembre a marzo) y en forma de epidemia. Los virus tienen una gran capacidad para sufrir variaciones lo que implica que cada temporada aparezcan nuevos virus gripales para los que el ser humano no tiene protección, por lo que la vacuna debe actualizarse cada año.

En cuanto a los síntomas, se caracteriza por un comienzo brusco con escalofríos y fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares generalizados, cansancio, malestar general, congestión nasal, dolor de garganta y tos seca. La mayor parte de las personas que padecen la gripe se recuperan en menos de una semana sin necesidad de tratamiento o cuidado hospitalario. Sin embargo, en ocasiones, puede complicarse y producir bronquitis o neumonía bacteriana, que pueden ser especialmente graves en personas de alto riesgo como los ancianos o los que poseen enfermedades crónicas como diabetes, afecciones cardíacas y problemas respiratorios.