El presupuesto que se aprobará esta semana será el duodécimo de Pilar del Olmo como consejera de Hacienda de Castilla y León, la mitad de ellos en crisis. Este último permitirá un respiro y después de seis años de recortes y contención aumentará el gasto de las consejerías y aflojará la presión fiscal a los ciudadanos.

Están a punto de aprobar el último presupuesto de la legislatura. ¿Puede decir que se han cumplido los objetivos del programa electoral?

Ha sido una legislatura muy complicada, marcada por una gravísima crisis económica, que tiene su punto álgido en 2012. Se ha cumplido en la medida que hemos podido. Quizás no todo, pero la filosofía del programa de Gobierno sí, con un mantenimiento de los servicios públicos y unas buenas cuentas públicas.

No es fácil defender que bajar justo los impuestos el año que se celebran unas elecciones no es electoralista.

En el año 2011, cuando hubo también elecciones generales, el presupuesto bajó un 5% ese año. Nadie dijo que era electoralista. Este año han cambiado las circunstancias y podemos hacer un presupuesto mejor. Si fuera electoralista hubiéramos quitado el ‘céntimo sanitario’ entero, que era más fácil, y no lo hemos hecho.

¿Y por qué no se ha quitado entero el impuesto de hidrocarburos y se han mantenido los 1,6 céntimos?

Porque necesitamos esos ingresos de la tarifa autonómica. Entre dar más dinero a la sanidad, la educación y los servicios sociales o quitar del todo el impuesto de hidrocarburos decidimos mejorar los servicios públicos fundamentales. Esas son decisiones que se tienen que tomar en función de lo que cada Gobierno tiene como prioridad y la nuestra son unos servicios de calidad.  

El presupuesto de 2015 está construido sobre la base de la recuperación económica. Si no se produce esa recuperación, las cuentas se desmoronan. ¿Se ha calculado el impacto que podría tener?

Cuando hacemos un presupuesto calculamos todo lo que pueda ocurrir en 2015. Creo que las previsiones que ha hecho la Junta de crecimiento y de recuperación del empleo son bastante realistas y prudentes. La prueba es que esta última semana un grupo de economistas decía que España podía crecer al 2,5% incluso. De cualquier manera, si ocurriera una catástrofe, nosotros tenemos garantizada la mayor parte de los ingresos a través de las entregas a cuenta y los fondos de la unión europea que también llegarán. Esa catástrofe podría influir en un 5 por ciento de los ingresos. Creemos que es un presupuesto bastante serio y hecho con rigor.

La Comisión Europea ha trasladado la preocupación al Gobierno por la decisión de las Comunidades de reducir los impuestos porque, a su juicio, puede poner en riesgo el cumplimiento del déficit. ¿Se podrá cumplir el déficit del 0,7% en 2015?

En Castilla y León la bajada del IRPF no tendrá incidencia en el presupuesto de 2015 desde el punto de vista de la merma de ingresos. La liquidación se produce en 2017 y en ese año, con la previsión de crecimiento económico y de creación de empleo, la Junta no tendrá que devolver nada por el IRPF. Esa es la previsión. Lo que sí van a notar los ciudadanos desde el 1 de enero y eso es una evidencia es que van a tener menores retenciones en la nómina.

¿Suficiente incentivo para reactivar el consumo interno?

Nunca es suficiente. Por mucho que hagan los poderes públicos con rebajas de impuestos o los préstamos y subvenciones a empresas nunca son suficientes. Pero lo que es más importante es que si se reactiva el crecimiento económico se puede traducir en creación de empleo.

¿Y a punto de cerrar 2014, Castilla y León podrá cumplir con el déficit?

Las cosas son complicadas. Es difícil cumplir porque en el ámbito sanitario los gastos están creciendo más de lo esperado.

Usted defiende que las empresas con beneficios suban sueldos. ¿Ve tan consolidado el cambio de ciclo como para que se tome una decisión de ese tipo?

Esa decisión ayudaría a consolidar el cambio de ciclo. Si ha habido mejoría en los resultados de las empresas, lo lógico es que se comparta con los trabajadores porque eso también les va a beneficiar a las empresas.

La patronal prefiere otra medida: que si hay beneficios mejor crear empleo que subir salarios. ¿Con cuál se queda?

Me quedo con crear empleo, pero pienso que ambas son compatibles.

¿Y cuándo la Administración va a pasar de la congelación de sueldos de los empleados públicos a subírselos? Con la de 2015 van a ser cinco años consecutivos sin tocarse.

Aquí hay dos cosas a tener en cuenta. Nos encontramos ante un proceso de consolidación fiscal, al que estamos obligados porque veníamos de un déficit excesivo y la Unión Europea nos exigió unos ajustes. Eso nos ha obligado a hacer una serie de ajustes, que están dando resultados y han permitido que la economía crezca. Nosotros seguimos inmersos en ese procedimiento hasta 2017 y aunque crezcan los ingresos todavía nos financiamos una parte con déficit público. Estos, es que gastamos más de los que ingresamos. Hasta que nuestras cuentas no estén saneadas es difícil que Europa levante la restricción y España haga lo propio con las comunidades.

¿Entonces, ve difícil que se pueda subir los sueldos antes de 2017?

No tiene por qué. Todo va a depender de los ingresos del Estado y de la Comunidad. Si los presupuestos empiezan a crecer a un ritmo adecuado nos podríamos plantear una subida de sueldos.

Este año ha puesto en marcha un plan especial de inspección contra el fraude fiscal. ¿Se ven resultados?

Estamos trabajando mucho en ello. Es un Plan de Inspección, Control y Recaudación. Tenemos un problema de personal –la Junta sólo dispone de tres inspectores para la lucha contra el fraude– y no podremos hacer acta de inspección a todos los que están incluidos. El plan engloba a todos los impuestos de la Junta y se comprueban prácticamente todas las liquidaciones. Ahora nos dedicamos a ver cosas que no se han declarado, sobre todo en el Impuesto de Patrimonio, con gente que podría haber cambiado de domicilio a otra comunidad para no pagar.

¿Cuántas personas?

No voy a dar datos exactos pero estamos hablando de más de mil candidatos. Lo que pasa es que tendremos que hacer una gran depuración por el problema de personal. También vamos a intentar que la Agencia Tributaria colabore con nosotros en esta materia.

En los próximos días se celebrará un consejo de Política Fiscal y Financiera. Allí se aprobará, previsiblemente, el acceso de Castilla y León a créditos del Estado a intereses bajos para refinanciar la deuda. ¿Cuánto podrá ahorrar la Junta con esta medida?

El problema es que aún no sabemos en qué va a consistir la facilidad financiera nueva que va a conceder. Habíamos pedido el uno por ciento y para mucho dinero, que nos sirviera para refinanciar todos los préstamos que tenemos que no tienes que pagar por amortizarlos anticipadamente.

¿De qué cantidad hablamos?

Sólo de lo que se puede amortizar sin penalización podrían ser más de 2.000 millones de euros. Ahora estamos pagando el bono a diez años 30 puntos básicos por encima del bono español, que está al 1,9, así que nosotros pagamos al 2,20 por ciento. Si lo ponen al uno por ciento hablamos de veintitantos millones. Pero sólo sobre la hipótesis de que sea el uno por ciento, que lo dudo mucho.

Si se lo dan a otras...

No quiero desconfiar todavía.

¿Le sigue molestando ese doble rasero del Gobierno con las comunidades cumplidoras y las incumplidoras?

Por supuesto. Eso es una mala gestión de este Gobierno, casi una torpeza. Hemos contribuido a que España salga de esta crisis con el cumplimiento de nuestros objetivos. Hemos contribuido a que los inversores recuperen la confianza en España. Por lo menos, el Gobierno no debería penalizar a las comunidades cumplidoras. Eso es una injusticia. Lo que está haciendo es subvencionar a las comunidades que han tenido más desequilibrios en sus cuentas.

¿Se corregirá?

Si hago caso al secretario de Estado de Administraciones Públicas, sí, pero como esto es una cosa que depende de todo un Gobierno, hasta que no lo vea... No confío ahora mismo en que se corrija totalmente. Ojalá.

La Autoridad Fiscal Independiente ha pedido a Montoro medidas contra las comunidades que claramente van a incumplir el objetivo de déficit. Y de momento, no ha pasado nada.

Sí han tomado medidas, pero ofreciéndoles un ahorro de intereses y por lo tanto menos gasto público. Lo que no han tomado medidas es con el resto, sobre todo con algunas comunidades, como la nuestra, que hemos sido absolutamente leales con el Gobierno. Yo lo único que reclamo es el mismo trato que han dado a las comunidades incumplidoras.

¿Ha tirado ya la toalla de un nuevo modelo de financiación esta legislatura?

Una cosa es no tirar la toalla y otra distinta es ser imbécil y no darte cuenta de las posibilidades que tienes de ganar en una negociación. Si no pone más, Castilla y León no está dispuesta a perder ni un solo euro porque no podemos. Está dispuesta a ganar, como todas. Nosotros estamos mal financiado pero se publican unas balanzas fiscales donde unos señores expertos contratados por el ministerio dicen que estamos sobrefinanciados. Quiero dejar claro que eso no es así. Estamos con déficit, como hemos demostrado.

La otra puerta que abren esos expertos para mejorar la financiación es hacer uso de los tributos propios. ¿Cree que ello es suficiente?

No porque a las comunidades nos han dejado sólo impuestos menores, con una potencia recaudatoria muy pequeña. Incluso en el IRPF, con la opción de subir los tramos más altos, en Castilla y León, por desgracia hay muy pocos ricos, no tendría mucho efecto. Luego vemos lo que nos ocurre con algunos impuestos como el de Sucesiones, que se ha dejado de bonificar, o el de Patrimonio, que la gente se marcha cambiando el domicilio de manera ficticia y además de dejar de pagarlos aquí también dejan de tributar el IRPF... Y dejamos de ingresar. La capacidad fiscal de las comunidades es que es un regalo envenenado. Al haber competencia fiscal entre comunidades, las que tienen más recursos económicos se pueden permitir el lujo de no subir los impuestos o bajarlos más. Y las que tenemos los que tenemos, estamos claramente en desventaja.

Un ejemplo claro de desigualdad entre los ciudadanos en función de dónde vivan.

Pues sí, pagas más impuestos en función de dónde vivas. Es una de las cuestiones que no se ha abordado en la reforma fiscal del Gobierno y que se debería armonizar. Hablamos de armonización dentro de la UE, pero también es necesario dentro de España. El modelo de financiación actual es malo por lo que nos dan y por los tributos en los que se puede actuar.
Hace poco lo ha ligado su futuro a lo que haga Juan Vicente Herrera. Si se diera el caso de que un nuevo presidente se lo pidiera...

No me pongo en ese escenario.

Otro escenario que se abre en mayo es la posible entrada de Podemos en la política regional. Ha presentado su programa económico. ¿Qué efectos tendría sobre la economía de Castilla y León?
Como política que soy, me parece que cualquier partido que elijan los ciudadanos estará bien representado en las Cortes, pero hay partidos que proponen auténticos disparates, desde el punto de vista de la hacienda. No es que no se puedan cumplir, sino que son auténticas falsedades.

¿Hay suficiente control sobre el gasto como para despejar todas las dudas sobre corrupción?

Los controles internos que hace la Intervención General de la Junta están funcionando. Aquí se manejan los fondos y tengo la plena confianza de que funciona de maravilla. Además, estamos sometidos a otros muchos controles, por ejemplo del Consejo de Cuentas, del Ministerio... Lo que es inevitable, no en la Junta de Castilla y León, sino en cualquier sitio es saber si alguien ha puesto el cazo a la hora de adjudicar un contrato. No hay control que lo detecte.

¿No se puede hacer nada?

En el ámbito interno hemos hecho muchos esfuerzos y toda la contratación administrativa de la Junta de Castilla y León va por un tramitador informatizado desde el principio hasta el fin. Llevamos muchos años trabajando en ello pero lo hemos puesto este año. Te permite ver y comparar muchas cosas. Y tendrá su publicación en la web de la Junta. Para enero se podrá acceder en la página de transparencia en la que estamos trabajando. Se puede ver un producto común, como el tóner, qué diferencias hay en consejerías y así ver si hay desviaciones. Con ello pretendemos ganar en transparencia y mejorar el control. Nos permitirá también ahorrar y son instrumentos muy buenos para luchar contra la corrupción. Te gestiona desde el contrato de los bolígrafos hasta una obra de muchísimos millones.

¿Cree que son injustas las críticas del PSOE de que hay una corrupción generalizada o que llega a altas esferas?

Totalmente. Yo me considero tan honrada como el que más. Es un discurso que lleva a la nada. Lleva a pensar que somos todos iguales. Hay unos pocos que no son pero por mi experiencia, la mayoría de los políticos somos honrados, del partido que seamos.  La política de decir que somos todos unos corruptos, no es verdad. Por desgracia hay corruptos en todos los partidos pero esa estrategia no beneficia a nadie, ni a ellos.