La amenaza se extiende por Europa

Agencias
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Otro atacante. La Policía cree que un yihadista no identificado participó en la matanza de París y ha escapado

 
 
Lejos de recuperarse la calma después de los atentados del pasado viernes en París, la capital gala sigue en tensión ante la amenaza yihadista, que ha traspasado las fronteras y se ha instalado en varios países. Y es que el único terrorista de la matanza en la ciudad francesa que salió con vida de los ataques se desplazó hasta Bruselas y allí se teme que vaya a cometer una actuación mortal.
Salah Abdeslam es el hombre más buscado en Europa y las autoridades belgas están cercándole, después de que los dos hombres que le ayudaron a llegar al país flamenco, que se encuentran detenidos por su vinculación con la masacre en la ciudad de la luz, detallaran que dejaron al joven en las inmediaciones del estadio Rey Balduino, motivo por el que se suspendió el amistoso previsto entre Bélgica y España por «riesgo real de atentado».
«Los servicios de Inteligencia disponen de indicaciones sólidas de que prepara un ataque en nuestro territorio. Tememos que quiera morir como un mártir», subrayó un portavoz del Ejecutivo bajo condición de anonimato. Al parecer, se estima que el extremista, sobre el que pesa una orden de arresto internacional, pudiera tener la intención de inmolarse y causar una matanza en la nación centroeuropea. «Es un individuo peligroso que se ha dado a la fuga y no tiene nada que perder», agregó. 
Pero Abdeslam, al que su hermano instó a «entregarse para que la Justicia pueda aclarar toda esta historia», no es el único sospechoso que se encuentra en búsqueda y captura. La Policía francesa está tratando de determinar el número exacto de terroristas que participaron en los atentados de París y sopesa que hay un segundo sospechoso fugado, además del belga.
Hasta la fecha, se ha identificado a cinco de los siete kamikazes que fallecieron en los ataques, todos ellos de nacionalidad francesa, y los investigadores barajan la posibilidad de que haya otro que esté en paradero desconocido. Para ello, se apoyan en los numerosos testimonios recabados que indican que a bordo del coche desde el que se realizaron los disparos contra los restaurantes en los distritos X y XI iban tres personas. Dos de los pasajeros han sido identificados -uno de ellos es el prófugo Salah Abdeslam-, pero el tercero no. Por ello, a última hora de la noche, las autoridades publicaron una fotografía del sospechoso, con el fin de recabar datos sobre él.
Además, las Fuerzas de Seguridad confiscaron un vehículo que podría haberse utilizado para la preparación de los atentados. El coche, un Renault Clio negro de matrícula belga, fue recogido durante una operación en la plaza Albert Kahn, en el distrito XVIII de París, una zona al norte de la capital y cercana al Estado de Saint Denis.
Al parecer, el utilitario fue visto antes de los ataques en la autopista A1, que une París con Bélgica, por lo que no se descarta que fuera el vehículo con el que los asesinos viajaron hasta la capital gala para cometer sus atrocidades.
 
Caos en suelo germano. Mientras, Alemania amaneció con una serie de redadas contra objetivos yihadistas, que se saldaron con la detención de siete personas, si bien a lo largo de la tarde fueron puestas en libertad.
Parecía que la paz reinaba en el Estado germano, hasta que por la noche, minutos antes de que se disputara en amistoso entre la selección nacional con Holanda, que pretendía servir de homenaje a las víctimas de la matanza del pasado viernes, se dispararon todas las alarmas.
El partido, que se iba a jugar en Hannover, tuvo que ser cancelado después de que las autoridades alemanas fueran advertidas de la posible presencia de terroristas en el estadio, de modo que ni siquiera se permitió acceder al recinto a los miles de aficionados que se agolparon en las puertas.
«Tenían la intención de detonar un explosivo en el campo», precisó el jefe de Policía de Hannover, Volker Kluwe, que detalló que recibieron la alerta de un servicio secreto extranjero, aunque no indicó la nacionalidad.
«Existía un indicio de peligro concreto de un atentado», confirmó por su lado el ministro del Interior, Thomas de Maizière, que detalló que el peligro se intensificó conforme pasaban las horas, motivo por el cual se suspendió el partido, al que tenía previsto acudir la canciller, Angela Merkel.
Sin embargo, todos los registros en la zona se cerraron sin encontrar material explosivo.
«Ha sido una decisión extremadamente difícil, pero la hemos tomado después de recibir muchas piezas de información que indicaban una amenaza concreta», insistió el titular del Interior.
Además, la Policía de Hannover informó de que se evacuó parcialmente la estación central de la ciudad tras hallarse en las cercanías un «objeto sospechoso» y los agentes desalojaron una sala de conciertos cercana al estadio. Si bien no se tiene constancia de explosivos, las autoridades aconsejaron a los ciudadanos permanecer en sus casas.