El Estado sigue intentando recomponer el complicado puzle que supone la sostenibilidad del sistema de pensiones. El descenso de la actividad durante la crisis mermó considerablemente los ingresos por las cotizaciones sociales, al tiempo que el gasto en pensiones se incrementaba en zonas de España especialmente castigadas por el envejecimiento, como es el caso de Castilla y León.

Y esas dos tendencia se han visto reflejadas en los números. Según los datos facilitados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, los ingresos del Estado el año pasado en Valladolid por las cotizaciones a la Seguridad Social ascendieron a 868,4 millones, una cifra que se queda muy lejos de los 1.432,6 millones que tuvo que pagar para hacer frente a las pensiones. Es decir, con las cotizaciones solo se cubre el 60 por ciento de este gasto.

Evidentemente, no es un problema exclusivo de Valladolid. Castilla y León acumula un déficit ligeramente superior a los 3.000 millones, con unos ingresos de 3.638 millones y un gasto de 6.745. Un problema que se repite en todas las provincias.

De los 1.432 millones que pagó el Estado para las pensiones de los vallisoletanos en 2015, la mayor parte, 1.064 millones, fueron para pensiones por jubilación. Después están las de viudedad (225,4 millones), las de invalidez (122,4 millones, las de orfandad (16,7 millones) y las que se otorgan en favor de los familiares (3,9 millones). También hay que tener en cuenta que el Estado afronta otros gastos por prestaciones contributivas, subsidios y otras prestaciones. Por ejemplo, el año pasado pagó 13,2 millones en Valladolid por incapacidades temporales, 20,7 millones por subsidios de maternidad, paternidad, riesgo en el embarazo, etcétera.

Por otro lado, de los 868,4 millones de las cotizaciones, 711,8 pertenecen al Régimen General de la Seguridad Social y otros 97,2 millones por el de trabajadores autónomos.

La situación ha empeorado en el comienzo de este año. Durante el primer trimestre, últimos datos disponibles, el gasto en pensiones se elevó a 315,6 millones, mientras que los ingresos por cotizaciones no llegaron a los 90 millones. Es decir, que si el año pasado las cotizaciones solo cubrieron el 60 por ciento de las pensiones, en el primer trimestre ese porcentaje se ha reducido hasta el 28,5 por ciento.

Cabe recordar que la pensión media de Valladolid es una de las más altas del país, con 1.005 euros de media, frente a los 900 de España.