España soporta desde hace años una de las tasas de desempleo juvenil más altas del país. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de este año, un 46,4 por ciento. Por eso, cada oportunidad laboral para los recién titulados es un clavo ardiendo al que agarrarse, más allá de las condiciones ofrecidas.
El Informe del Mercado de Trabajo de los Jóvenes en Valladolid 2015, publicado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, revela que los menores de 30 años acumulan el 34,2 por ciento de todos los contratos laborales que se hacen en la provincia (datos de 2014), casi un punto por debajo de la media española.
El estudio también analiza los contratos registrados en los Servicios Públicos de Empleo (177.043 en el año analizado). Y de ese análisis se extrae cuáles son las titulaciones más contratadas entre los universitarios y los alumnos de Formación Profesional (FP) que acaban su periodo formativo. En el primer caso, los diplomados en Ciencias Empresariales lideran la lista, con 278 contratos, seguidos de los maestros en Educación Infantil (210), los que poseen el certificado de prueba de acceso al ciclo formativo de grado medio (209), los diplomados en enfermería (178) y los diplomados en trabajo social (167). En el caso de la FP, los más contratados son los técnicos en gestión administrativa (580 contratos), los auxiliares de enfermería (380), los técnicos superiores en administración y finanzas (366), los técnicos en instalaciones eléctricas y automáticas (295) y los técnicos en electromecánica de vehículos automóviles (227).
Otro de los datos que aporta el informe es que Valladolid se sitúa en el puesto 18 de toda España respecto a la tasa de contratación de menores de 30 años. Además, en ese tramo de edad las mujeres vuelven a salir desfavorecidas, con un 48,2 por ciento de los contratos, y la edad media de los contratados está entre 24 y 25 años.
nivel formativo. Otro de los aspectos que analiza el informe del Ministerio es el nivel formativo de los contratados. Los estudiantes de ESO son los que más se beneficiaron, ya sea después de haber acabado su formación o sin hacerlo, seguidos de los alumnos de Bachillerato y los grados medio y superior de FP.
Los datos también demuestran que muchos jóvenes vallisoletanos se tienen que ir fuera de su provincia de origen para ganarse el pan, sobre todo a Madrid. En el año analizado llegaron a Valladolid procedentes de otras zonas de España para trabajar 8.508 personas, pero se tuvieron que ir 10.107, lo que arroja un saldo negativo de 1.599 personas. Uno de cada cuatro de los que se van lo hacen a la capital de España (3.096 contratos), mientras que las otras provincias de destino más habituales son Palencia, por la movilidad de trabajadores de Renault, con 923 contratos; Segovia, con 783; Burgos, con 709; y Barcelona, con 516. El fabricante de coches también tiene mucho que ver en el hecho de que los palentinos sean los que más vienen a trabajar a Valladolid, con 1.186 contratos, seguidos de los zamoranos (892), los segovianos (774), los salmantinos (694) y los madrileños (636). Por otro lado, los que llegan a Valladolid lo hacen para trabajar principalmente en agricultura y ganadería (1.228 contratos), seguida de actividades administrativas de oficina (863) y servicios de comidas y bebidas (620). Los que se van también lo hacen para trabajar, por este orden, en agricultura y ganadería, servicios de comidas y bebidas y actividades administrativas.