Preocupados. Así se muestran tanto la patronal como los sindicatos con respecto a la proliferación de ‘gasolineras fantasma’. Es decir, aquellas que no cuentan con ningún tipo de empleados y tienen que ser los propios usuarios los que tienen que echarse el combustible, pagar y recoger el cambio sin que nadie les atienda durante el servicio. El presidente de la Federación Regional de Estaciones de Servicio, Horario San Segundo, ha remitido sendas cartas tanto al Ayuntamiento de Valladolid como a la Consejería de Economía de la Junta de Castilla y León para conocer de primera mano la situación de cuatro gasolineras con estas características que ya operan en la provincia.
Sin ir más lejos, sindicatos y patronal se han citado hoy en León capital para mantener una reunión sobre este aspecto y fijar una línea de actuación común para poner coto a este tipo de estaciones de servicio que están surgiendo últimamente.
Todos los colectivos están preocupados por las repercusiones que pueda tener su puesta en funcionamiento. Ninguna ha manifestado que este tipo de establecimientos sea ilegal teniendo en cuenta la normativa vigente en Castilla y León, pero sí han puesto de manifiesto que estarían incumplimiento determinadas normativas básicas en materia de seguridad y calidad en el servicio en las mismas.
San Segundo manifestó que todos los clientes deben tener a su disposición una hoja de reclamaciones y unos medidores para comprobar que el combustible que se suministra a los usuarios es realmente la cantidad que el cliente ha pagado. «Si no hay nadie en la gasolinera, quién te ofrece estos medidores», se preguntó el presidente de los propietarios de estaciones de servicio.
Además, San Segundo también indicó que estas empresas pueden ocasionar «graves problemas de seguridad» debido a que nadie controla a los clientes. «Nadie puede decirle a un cliente que no fume, o que apague las luces del coche o que no hable por el móvil. Todos estos aspectos quedan «sin ningún tipo de control» en las estaciones sin personal.
Así, la patronal del sector está esperando a adoptar una postura con los sindicatos y a conocer de primera mano la respuesta tanto del Ayuntamiento de Valladolid como de la Consejería para decidir si presenta una denuncia en contra de estos establecimientos.
Tanto patronal como sindicatos han detectado que en la provincia trabajan cuatro gasolineras de diferentes marcas de esta forma. Una en la propia capital, justo en el límite con Arroyo de la Encomienda, y el resto en Íscar, Peñafiel y el polígono industrial de Santovenia. Además, hay otra más en proyecto en el término municipal de Mojados.
Los sindicatos critican que la proliferación de este tipo de establecimientos supone también una «importante» pérdida de empleo. «Hemos dado traslado también de los graves incumplimientos detectados en materia de seguridad, perjuicio a los consumidores, pérdida de puestos de empleo y menosprecio a las personas con capacidades diferentes con imposibilidad de suministrase por sí solos», indican desde las agrupaciones sindicales, que esperan una pronta solución por parte de la Junta de Castilla y León.