Anuar: «Quiero triunfar aquí»

Manuel Belver
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El medio ceutí debutó el domingo en Liga (ya lo había hecho en Copa) tras ocho años en Valladolid · Asegura que hay más canteranos «con hambre», aunque su futuro está en el aire

«El Real Valladolid se te mete en el corazón. Y uno quiere triunfar donde ha crecido. Quiero quedarme, pero el futuro ya se verá». Anuar Mohamed Tuhami se convirtió el domingo en el quinto futbolista del Promesas en debutar en Liga esta temporada tras Julio, Ángel, Jose y Caye Quintana. Aunque ceutí de nacimiento lleva al club blanquivioleta, como él mismo dice, en el corazón y aquí quiere ser profesional, aunque termina contrato en junio: «Sé que están hablando con mi representante, quiero quedarme, irme sería muy triste. Está claro que quiero en el primer equipo, pero eso lo hablarán mi representante y el club».
 
En un final de Liga horroroso la irrupción de Anuar está siendo lo más positivo. Con Rubi ya jugó un par de amistosos en la pretemporada de verano; haciendo su debut oficial con el primer equipo con unos minutos en Copa en octubre de 2014. Aunque su pasado blanquivioleta se remonta a 2008, cuando llegó para hacer una prueba como delantero en la Semana Santa de aquel año. «Nos lo recomendaron a través del portero Pablo Antón, vino, hizo una prueba y enseguida nos gustó», recuerda Javi Torres Gómez, coordinador de las categorías inferiores del Real Valladolid por entonces.
 
Anuar era delantero en el San Agustín en Ceuta, pero pronto pasó al centro del campo, subiendo equipo a equipo hasta su debut el domingo. La pasada campaña fue muy dura para él, al entrenarse con el primer equipo de forma habitual y perderse parte de la Liga con el filial. Su apuesta es la de quedarse y también la de mirar más hacia abajo. «Los jugadores del filial somos chicos con hambre y eso es muy importante. Creo que hay jugadores con hambre y con calidad», resume el recién debutante cuando se le pregunta si se debe mirar más hacia el Promesas, ya salvado de forma matemática tras ganar el domingo en Pontevedra.
 
Anuar lleva desde los 13 años fuera de casa (ahora tiene 21). En Ceuta está su familia y no olvida cuál fue la llamada más importante el domingo: «La de mi padre. Le gusta el fútbol, viajaba y me llevaba a ver muchos partidos y el otro día estuvo pegado a la televisión». Ayer no sabía si seguiría con los ‘mayores’ trabajando hasta el final de la Liga, pero lo del domingo ya es una recompensa: «Ahora que lo pienso no es fácil salir de tu casa cuando eres un niño de 13 años, pero no me arrepiento».