El enunciado puede elaborarse desde cualquiera de los extremos de la cuerda: si los equipos de arriba consiguen muchos puntos dejan pocos para los de abajo... o si los de abajo no suman muchos puntos, los de arriba se hinchan. En esta teoría de los vasos comunicantes aplicada al campeonato nacional de Liga, y a falta de una sola jornada, estamos ante el campeonato más desigual entre ‘clases’: los ‘nobles’, que luchan por el título y plazas de Liga de Campeones, y los ‘pobres’, que pelean sin cuartel por evitar el descenso a Segunda.
Desde que se aplicó la nueva puntuación (tres puntos por victoria en lugar de los dos tradicionales hasta 1995) y la Federación y la LFP lograron deshacer la chapuza de las ‘Ligas de 22’ (algo que, al fin, sucedió en la temporada 97-98), la temporada que concluye este fin de semana es la que presenta la lucha más pobre por la permanencia y la más feroz por la Champions. Nunca habían hecho falta tantos puntos para disputar la máxima competición continental ni tan pocos para mantener la categoría. Un ejemplo espléndido en la zona alta de la tabla: si el Valencia gana en Almería (equipo implicado en el descenso que, como dato, solo ha ganado tres de sus 18 partidos en casa) y el Sevilla hace lo propio en Málaga, los hispalenses serían quintos con 76 puntos, una cifra que, en los últimos 17 campeonatos (Ligas de 20 equipos con tres puntos por victoria) le habría valido para ser campeón en cuatro ocasiones y subcampeón en nueve.
La media de puntos necesarios para entrar en Champions está situada en los 64 (entre los escasos 58 que necesitó el Málaga de 2012 a los 70 que debieron sumar Real Madrid y Athletic en 2004 y 2014, respectivamente), lo que supone algo más de la mitad de los puntos en juego a lo largo de una Liga (114 en total). Pues bien: para escuchar la música de la Liga de Campeones la próxima campaña, en este campeonato habrá que sumar dos tercios exactos. Una barbaridad que, por supuesto, ha dejado a la zona baja huérfana de puntos.
lucha mediocre. El Levante celebró su salvación la pasada jornada... con 36 enteros, la menor cifra registrada por un ‘superviviente’ en la Historia moderna de la competición: un punto menos que los que se necesitaron en 2003, 2010 y 2013. La ‘cifra fetiche’ de los 42 parece que se tambalea: en la actualidad, la media ha descendido un punto (40,8 y aún bajará algo más a la conclusión de esta temporada).
El Deportivo de la Coruña de la 2010/11 bajó con 43 enteros en su casillero. Otros, habiendo conseguido los soñados 42 (Betis en 2000 y 2009, y Zaragoza en 2008) también tomaron el camino hacia la Segunda División... y este año, puede que los 34 que ya lucen Granada y Deportivo sean suficientes si el Eibar no gana al Córdoba y el Almería tampoco puede con el Valencia.
En cualquier caso, estamos ya de antemano en un récord ‘por defecto’, lo que habla muy mal, en términos futbolísticos y competitivos, de la lucha en la zona baja: que un equipo ya haya celebrado su salvación con 36 puntos supone haber cumplido el objetivo con menos de un tercio de los enteros que se reparten a lo largo del campeonato.