El casino no descarta dejar para enero su inauguración en el Roxy

David Aso
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La empresa traslada a la Junta, en su solicitud de autorización de apertura, la opción de una «prórroga» por «cuestiones técnicas» para abrir«en una fecha anterior a mediados de enero»

El Casino de Castilla y León baraja dejar su apertura en el antiguo cine Roxy para el próximo mes de enero, mientras apura las que deberían ser sus últimas semanas, después de más de 30 años, como sala de juegos en el palacio de los Condes de Gamazo de Boecillo, donde sí continuará la actividad hostelera. La Junta tiene la penúltima palabra, como Administración competente para la autorización de apertura y funcionamiento porque, evidentemente, es la propiedad quien fija la fecha definitiva, pero también condicionada por los preceptivos plazos de revisión y tramitación.


ElAyuntamiento de Valladolid concedió la licencia de primera ocupación el pasado 14 de octubre y, una vez recibida la notificación, el Casino de Castilla yLeón pudo cursar la solicitud de apertura a la Junta en los días posteriores. Dentro de la documentación que debe acompañar este tipo de peticiones suele figurar la fecha de inauguración prevista por el solicitante que, eso sí, debe programarse como mínimo para un mes después del día en que se presenta la solicitud, de modo que los técnicos dispongan de margen para hacer una última revisión del papeleo y las instalaciones.


Y en este caso, según confirmaron fuentes oficiales de la Administración regional a El Día de Valladolid, «la empresa ha solicitado una prórroga por cuestiones técnicas para que su apertura pueda producirse en una fecha anterior a mediados de enero». De esta forma, el casino se reserva la posibilidad de abrir antes pero también después de las navidades, ya que no cuenta todavía con un calendario cerrado, mientras mantiene su actividad habitual en Boecillo.


La diferencia más relevante la marca precisamente la campaña de Navidad, dónde atender a los clientes que escogen esas fechas para pasar por la sala de juegos. De hecho, si no fuera por lo significativo de tales fechas, adelantar o retrasar la apertura unas semanas arriba o abajo no sería más que un detalle nimio en proporción con los largos años de pasos adelante y atrás que acumula el proyecto entre despachos.


No en vano, ha pasado más de una década desde que comenzó a gestarse, aunque fue sobre todo hace cinco años cuando los avances se hicieron notorios al cerrarse el acuerdo con el propietario del Roxy, el popular empresario y presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo.

El cine cerró definitivamente en enero de 2014, y fue a partir de entonces cuando se pudo empezar a trabajar sobre el terreno. Ocupa el emblemático edificio situado en el número 10 de la calle María de Molina, construido en 1936, del que preserva su fachada y su clásico rótulo. Además, adopta la misma denominación para pasar a llamarse Casino Roxy, en lugar de Casino de Castilla y León.


En su interior dispone de 1.296 metros cuadrados de superficie útil repartidos en cuatro alturas: 172 en bajo rasante; 581 en la planta baja, 431 en la primera y 113 en la segunda. Su aforo, alrededor de medio millar de personas.


El casino ampliará su plantilla para atender las nuevas instalaciones, con una previsión de 102 trabajadores. Contará con dos personas en el ‘staff’ directivo y unos 57 especialistas en juego entre crupieres, jefes de mesa o de sector, así como 14 empleados de gestión, 12 para atender los servicios hosteleros y 17 más para otras funciones.


Las obras ya están terminadas prácticamente desde el pasado septiembre, e incluso se habló de inaugurar el día 9 de ese mes para que hubiera coincidido con el 30 aniversario de la puesta de largo enBoecillo. Y después de tanteó octubre o noviembre, si bien oficialmente ni hubo entonces ni hay ahora un día cerrado.


En cualquier caso, tal y como apuntaba el director general del Casino de Castilla y León, Javier Herrero, al conocer la aprobación de la concesión de la licencia municipal de primera ocupación el pasado 14 de octubre, «una cosa sí está clara», que la apertura de la sala «va a ser una realidad muy pronto, y será algo muy bueno para toda la ciudad».