«Creo que no exagero si digo que una cuarta parte de la población de Valladolid habrá sido atendida por el doctor Martín Luquero, o tendrá algún conocido que lo haya sido». Son palabras del presidente del Colegio de Médicos de Valladolid, Antonio Otero, poco después de conocer el fallecimiento ayer de Miguel Martín Luquero, toda una referencia para la medicina en la capital. No en vano, llevaba ejerciendo en su ciudad natal más de 60 años.

Aunque durante los últimos tres años estuvo un poco apartado de la medicina por problemas de salud, su ritmo de trabajo durante más de seis décadas fue algo «fuera de lo normal», según sostiene el propio presidente del Colegio de Médicos. «Atendía por el día, por la tarde y por la noche, para él no había horas, vacaciones ni descansos, era algo excepcional», añade. Por eso, Otero asegura que «su nombre estaba indisolublemente unido al de la medicina». Y lo sigue estando, porque su hijo, que se llama como él, trabaja como intensivista en el Hospital Clínico Universitario.

Los que le conocían ya sabían que desde hace «tres o cuatro meses» su salud había empeorado. Una temporada que se había ocupado «casi por completo» al cuidado de su mujer, también enferma. Otero recuerda que hace pocas semanas le estaba animando para ir al Colegio a contar su experiencia a los profesionales más jóvenes, una propuesta que al final rechazó por no sentirse bien de salud y «porque decía que no estaba seguro de poder hacerlo bien».

en el deporte. Los apellidos Martín Luquero también son una referencia en el mundo del deporte. El doctor fue uno de los socios fundadores de la Unión Deportiva Sur y actualmente era su presidente honorífico. También fue el fundador del Instituto Universitario del Deporte y, una vez que este organismo desapareció, paso a presidir el  Instituto Vallisoletano del Deporte (Invade). Martín Luquero también da nombre a un torneo de tenis que se celebra en septiembre con deportistas de toda la Comunidad (unos 50 en la última edición) y a una pista deportivo-recreativa situada en la plaza Juan de Austria, junto a El Corte Inglés. El Ayuntamiento de Valladolid también reconoció su trabajo en favor del deporte de base al concederle en 1995 el premio al mejor directivo.

El gerente de la Fundación Municipal de Deportes (FMD), Borja Lara, recuerda que «era un hombre capaz de transmitir ilusión con todas las cosas que hacía» y que «generaba muchos grupos de trabajo». Lara le recuerda como una persona «inquieta», con la mente siempre puesta en nuevos proyectos. Sin embargo, y tal como le sucedió con la medicina, hacía «tres o cuatro meses» que se había alejado un poco de los terrenos de juego y de su querida UD Sur, un club en el que dejará un vacío muy difícil de llenar.

El corazón de Martín Luquero se paró en la madrugada de ayer a los 85 años. Su legado y su memoria permanecerán imborrables.