La estación de autobuses de Valladolid ha pasado formalmente a ser propiedad de la Junta de Castilla y León. La Comisión Mixta de Transferencias del Estado con Castilla y León acordó ayer el traspaso de la estación vallisoletana al Gobierno regional, que lleva casi tres décadas encargándose de su gestión. Este paso «formal» no tiene «efectos prácticos» para los usuarios, según aseguraron ayer desde la Consejería de Fomento.

La estación de autobuses de Valladolid se construyó en 1978. Y aunque la Junta no fuera hasta ayer la propietaria formal del espacio, durante estos años se ha hecho cargo de la gestión y la conservación de la misma. Un ejemplo son las obras que ejecutó el Gobierno regional para modernizar el vestíbulo de la terminal.

Este traspaso también garantiza que cuando el Ayuntamiento de Valladolid afronte la operación urbanística derivada del soterramiento se pueda trasladar la estación y permutar el solar. En el proyecto diseñado por el arquitecto Richard Rogers se plantea construir una nueva estación de autobuses soterrada bajo el suelo junto a la del ferrocarril.

Este proyecto, pendiente de ejecutar por falta de financiación, contemplaba también la construcción de aparcamientos anexos a las nuevas estaciones y dotaba de acceso al transporte público urbano e interurbano para covertirlo en un intercambiador de transporte. Por su parte, los terrenos de la actual estación se destinarían a equipamiento público y residencial.

Edificio Plaza Madrid. En la Comisión Mixta de Transferencias también se acordó ceder a la Junta una cuota de la sede de Hacienda, en el número 5 de la Plaza Madrid. Así, la Junta se convierte en la propietaria de la totalidad del antiguo edificio  de la Agencia Tributaria en Valladolid, a cambio del céntrico inmueble situado en la Plaza de la Constitución 1 de Salamanca, que ocupó su Delegación Territorial hasta marzo de 2013. Esta  cuota se entrega a cargo de la deuda histórica del Estado con la Comunidad.