1.710 personas piden que se les prohíba la entrada a casinos y bingos de Castilla y León

Agencia ICAL
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1.710 personas piden que se les prohíba la entrada a casinos y bingos de Castilla y León

1.710 castellanos y leones, adictos al juego, ha solicitado al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas la inscripción en un registro que impide su entrada en los casinos y bingos de España, además de tener vetado su acceso al juego ‘on line’. Es una posibilidad que tiene el jugador que desea que le sea prohibido el acceso a estos establecimientos o a través de Internet, ya sea por un periodo de tiempo concreto o de manera indefinida. Son personas empadronadas en la Comunidad Autónoma que están incluidas en el registro general de interdicciones de acceso al juego por voluntad propia aunque también hay algunos casos en que esta prohibición responde a una resolución judicial.

Los últimos datos disponibles en toda España son los correspondientes a 2010 y señalan que en el conjunto del país había 26.797 personas incluidas en el registro general. En esa fecha, eran 1.549 de Castilla y León frente a los 1.710 de ahora. Junto al Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego, que elabora el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, hay otro tipo de listas a nivel autonómico. La Consejería de Presidencia tiene contabilizadas a 860 personas que han solicitado su autoprohibición en casinos y bingos de la región, sin diferenciar entre un establecimiento y otro. Es un número similar a los últimos años, puesto que el año pasado había incluidas 873 jugadores y en 2011 eran 728. Es imposible conocer, por una cuestión de protección de datos, cuántos de estas personas están incluidas en los dos registros.

El proceso para solicitar la inclusión en estas bases de datos es gratuito y sencillo porque solo requiere rellenar una circular y entregarla con una fotocopia del DNI en cualquier registro o remitirlo a la Comisión Nacional del Juego o bien a la administración regional. Esta autoprohibición solo sirve para vetar la entrada a casinos y bingos del territorio nacional pero no impide acudir a otras salas de juego o despachos de loterías.

El listado se actualiza mensualmente y este organismo es el encargado de remitirlo a todos los bingos y casinos, ya sea de España o de la comunidad autónoma donde se haya pedido esta autoexclusión. La ley veta la participación en juegos de azar a menores, incapacitados y personas que hubieran solicitado voluntariamente la prohibición de acceso a determinados establecimientos. En cuanto a las actividades de juego ‘on line’, fuentes del Ministerio explican que los operadores que obtengan licencias están obligados a identificar a los jugadores, verificando que son mayores de edad y que no están inscritos en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego, con carácter previo a la apertura de una cuenta de usuario.

El presidente de la Asociación de Jugadores Patológicos Rehabilitados de Valladolid (Ajupareva), Pedro Sánchez Rubio, reconoce que este tipo de registros es una ayuda paliativa más que permite “cerrar una puerta”, aunque apunta que hay muchos más juegos que el casino y el bingo. Calcula que en la provincia de Valladolid pueda haber unas 300 personas inscritas en este registro y explica que una de las primeras recomendaciones a los enfermos que se acercan hasta su asociación es sumarse a este listado.

Un sector que mueve 1.495 millones

Sánchez está en lo cierto porque el dinero que mueven los casinos y bingos en Castilla y León llega a 121 millones de euros de un total de 1.495 millones el año pasado. Bien es cierto que la crisis económica ha pasado factura al sector, que ha caído un 23 por ciento respecto a 2008, que fue el ejercicio con más cantidades. Es algo generalizado porque en el conjunto de España, el descenso en ese mismo periodo fue del 19,5 por ciento.

El conjunto de juegos presenciales no ha dejado de caer en la Comunidad Autónoma con el inicio de la recesión pero ha sido, especialmente, importante a lo largo de 2012 cuando bajó 160 millones de euros, cerca de un diez por ciento. Pese a esa bajada, Castilla y León continuó el año pasado en el quinto puesto entre las regiones del país que más gastaron, solo superada por Madrid (4.520 millones), Andalucía (3.738), Cataluña (3.288) y Comunidad Valenciana (2.495). El mercado del juego en la región ya supone el 6,4 por ciento de todo lo que mueve en el sector en España.

Castilla y León también está en los puestos de cabeza en la estadística de la media de dinero por habitante, con 587 euros. Se sitúa por encima de la media nacional (580) y solo superada por Madrid (696 euros) y Baleares (603).

El descenso de las cantidades jugadas en el juego tiene su consecuencia en los ingresos netos. Frente a los 602 millones de euros que recaudaron las administraciones en 2008 o los 623 millones de 2011 se pasó el año pasado a 354 millones. Con respecto a inicio de la crisis, es una rebaja del 41 por ciento, un porcentaje muy superior a la media nacional, que en ese tiempo cayó un 14,6 por ciento.

Auge del juego ‘on line’

La memoria anual del Mercado de Juego en España, que elabora la Dirección General de Ordenación del Juego, reconoce que la caída del tamaño del juego en el país se debe al “impacto en duración e intensidad” de la crisis, que ha afectado a la renta disponible y al nivel de consumo de los hogares. En cambio, afirma que el impulso de la aparición de operadores 'on line' en el último año ha logrado “amortiguar parcialmente” la caída en la demanda de juego del resto de operadores. No hay datos por comunidades, pero a nivel nacional el crecimiento en el volumen de cantidades jugadas ronda el 70 por ciento.

El documento del Ministerio de Hacienda constata que no solo cayeron las cantidades jugadas en Castilla y León sino que ha habido un considerable descenso del número de visitantes a los casinos. Solo en 2012, hubo 15.658 visitas menos en las salas de estos establecimientos en la Comunidad. Un número inferior de personas que son potenciales jugadores que, a la postre, tiene su reflejo en las cantidades jugadas, que han pasado de los 51 millones de euros en 2010 a los 31 del año anterior. Si nos remontamos a 2005, con una cifra récord de 55 millones, la caída es del 43 por ciento. De ahí que los ingresos netos en los casinos se situaran en 2012 en 5 millones de euros, dos menos que un año antes.

Algo similar ocurre en el sector de los bingos. El número de salas en la región continúa igual que en 2004, con 21, pero la venta de cartones ha caído a cerca de la mitad con respecto a antes de la crisis. Ese tipo de juego de azar movió en Castilla y León en 2007 un total de 175 millones de euros frente a los 90 millones de 2012. Solo en el último año bajó en 12 millones de euros.

Tampoco ha bajado mucho la cifra de máquinas tipo B, más conocidas como 'tragaperras'. Castilla y León contaba en 2012 con 16.659 máquinas, 58 menos que el año anterior. La diferencia es mayor si nos retrotraemos a 2009, cuando había 16.945. Donde ha habido un mayor descenso ha sido en las cantidades jugadas, hasta alcanzar el dato más bajo en la última década. Se ha pasado de los 976 millones de euros en 2008 a los 628 millones de 2012, lo que supone una caída del 35 por ciento. Pese a eso, la Comunidad Autónoma sigue manteniendo su quinta posición a nivel nacional y cada vez recorta más su diferencia con la Andalucía que está en cuarto puesto.

Sorprende que mientras el juego en casinos, bingos y máquinas de premio no ha parado de caer, en porcentajes importantes, solo baja un poco en las loterías. Las cantidades jugadas en los diferentes juegos de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) apenas han descendido en Castilla y León un 3,7 por ciento entre 2008 y 2012, al pasar de 704 a 678 millones de euros. En este apartado, la región también ocupa el quinto puesto del país. Otra cosa puedes ser el cierre del actual ejercicio a la vista de los datos del primer semestre.

A estas cantidades hay que sumarles las cantidades jugadas en la ONCE (Organización Nacional de Ciegos), con 68,6 millones en la Comunidad el año pasado. Fueron solo 200.000 euros menos que en 2011, según la memoria del Ministerio de Hacienda.