Dani Hernández regresará este verano a Valladolid tras un año cedido en el Asteras Tripolis griego, donde militó el pucelano Jacobo en la 2011/12. El portero hispano-venezolano renovó el pasado verano con el club blanquivioleta, pero este llegó a un acuerdo para que se fuese, a préstamo, a tierras helenas dos campañas. Finalmente regresará antes. «Durante el año ya sabía que ellos (por la directiva del Real Valladolid) contaban conmigo para la temporada siguiente, fuese en Primera o en Segunda División. Ahora no he vuelto a hablar con ellos», señaló ayer en Onda Cero el guardameta tras llegar a un acuerdo con el Asteras y no seguir allí: «La decisión fue algo mutuo. Al club no le gustó que saliese para tratarme de una lesión y estar mucho tiempo fuera. Yo tampoco quería seguir allí y fue mutuo».

El portero, que en las dos anteriores temporadas disfrutó de 30 encuentros con el cuadro pucelano (24 en Primera como titular y 6 en Segunda), ha jugado en Grecia todo lo que ha podido. En total 24 encuentros, todos de inicio. El problema, además del idioma y de vivir en una ciudad de 30.000 habitantes, fue una lesión que le hizo perderse tres meses: «Me dieron un diagnóstico que no era lo que sentía y perdí mucho tiempo de baja: en una lesión de tres semanas estuve casi tres meses parado». De hecho se tuvo que venir a Valladolid a tratarse con los médicos del club: «Yo sentía unos dolores en el aductor y allí me decían que tenía un problema en la cadera, en la articulación de la cadera con el fémur, que tenía el cartílago mal y que igual tenía que dejar el fútbol».

Al final pudo venir, tratarse con los galenos del club blanquivioleta y regresar a tiempo para jugar el play off. Su equipo acabó cuarto, clasificado para competiciones europeas.

Pero él ya piensa en blanquivioleta: «En Valladolid siempre me he sentido como en casa. Tanto en el club como en la ciudad me encuentro muy a gusto. Valladolid siempre me ha gustado». Y no ha dejado de ver lo que hacía su equipo: «El año del Real Valladolid ha sido bastante difícil, que acabó con lo que nadie quería, el descenso. Eso pasó y hay que centrarse en lo que viene, hacer un buen año en Segunda y tratar de volver a Primera lo más rápido posible y devolver a Valladolid a una categoría que merece».

En eso es en lo único que piensa desde Tenerife, donde se encuentra ya de vacaciones con un plan de trabajo del servicio médico del Valladolid para que no se reproduzca la lesión. No quiere ni oír hablar sobre una salida o traspaso: «Estoy muy tranquilo, me centro en terminar de recuperarme bien. Eso de mover la situación no es cuestión mía. Estoy tranquilo, Valladolid me gusta es un sitio donde he sido feliz y esperemos que todo vaya bien». Y repite lo de ascender y ver «la Plaza Mayor como estuvo la vez que subimos».

De esta forma, el nuevo entrenador, a expensas de peticiones, cuenta de salida con dos porteros: el propio Dani y Diego Mariño. Sobre el gallego habla el hispano-venezolano: «Creo que ha hecho una buena temporada, ha dado grandes partidos, nos ha dado muchos puntos. Cuanto mejor esté él y el equipo, mejor para todos».