La Audiencia de Valladolid dictará hoy sentencia de conformidad en el caso del exprofesor acusado de abusar de seis menores de edad durante tres años, aprovechando que era catequista y monitor en las convivencias que organizaba la comunidad religiosa de la que Francisco I.F. formaba parte. ‘Kiko’, que era como se le conocía a este hombre de 73 años, se confesará hoy autor de los nueve delitos que le imputaba la Fiscalía, a cambio de lograr una sustancial rebaja de las penas de prisión que se pedían para él, a más de la mitad. Así, se pasará de los 38 años y tres meses que se reclamaban inicialmente por la acusación pública, a los 14 pactados ayer, durante la primera sesión de la vista oral, que, en un principio, se iba a prolongar hasta el miércoles.

La sentencia de conformidad se hará oficial en la sesión de hoy martes y ya se dará por finalizado el juicio contra Francisco I.F., sin necesidad de que los chavales, que, en el momento de los hechos (de 2011 a 2013) tenían entre 13 y 15 años, se vean obligados a declarar ante el hombre que abusó de ellos.

24 años menos. El pacto al que se llegó ayer, tal como pudo saber El Día de Valladolid en fuentes del caso, contempla una rebaja de más de 24 años, de esos 38 que se reclamaban al inicio por parte de la Fiscalía a los 14 que finalmente deberá cumplir Francisco I.F. y por los que lleva en la cárcel desde su arresto, en octubre de 2013.

Lo que no cambia es que se le va a considerar autor de los nueve delitos que se le imputaban en un principio, aunque en todos ellos se verá atenuada la pena inicial hasta sumar esos 14 años. Se trata de seis de abusos sexuales sobre menores, dos de exhibicionismo (uno por desnudarse delante de ellos y otro por mostrarles material pornográfico) y uno más contra la salud pública (porque, según la Fiscalía, facilitaba hachís a los chavales durante algunos de esos fines de semana en su casa).

Orden de alejamiento. El pacto también recoge órdenes de alejamiento para que, una vez que recupere la libertad, no pueda comunicarse con sus víctimas ni acercarse a ellas.

Los hechos se circunscriben a diversos periodos de los años 2011, 2012 y 2013, cuando este profesor de Educación Secundaria jubilado entró a formar parte de una asociación religiosa y, dada su condición de docente, comenzó a ejercer de catequista de menores que iban a hacer la Confirmación y de monitor en convivencias.

En esta comunidad religiosa, nadie sabía nada de su pasado pederasta, por el que había llegado a cumplir una pena de dos años de cárcel (por hacer una felación a un niño de seis años en las duchas de las piscinas Benito Sanz de la Rica). Se ganó la confianza de los padres y los alumnos, hasta que la Policía les alertó de su pasado y algunos de los chavales fueron confesando.