Barrio España exige más presencia policial y pide ayuda para mejorar la convivencia vecinal

Luis Amo
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Puente y su equipo de Gobierno estrenaron ayer las Asambleas Vecinales para escuchar las reclamaciones de todos los barrios

«Pedimos compromiso con este barrio». Corto pero reivindicativo mensaje fue el que el alcalde de Valladolid, Óscar Puente Santiago, escuchó anoche de los vecinos de Barrio España, quienes se mostraron especialmente «cansados de tantos años sin inversiones pero también sin medidas para mejorar la convivencia». Y es que la primera Asamblea Vecinal que el nuevo equipo de Gobierno ha programado se celebró ayer en Barrio España, «un barrio que no pide construcciones faraónicas sino que se nos trate igual que a otros puntos de la ciudad». De esta manera abría la convocatoria el presidente de la Asociación de Vecinos La Unión-Esgueva, Javier Alcántara, quien estructuró la cita en dos grandes bloques: Urbanismo y Seguridad, aunque lo cierto es que después de que el concejal del ramo ahondase en varias cuestiones urbanísticas, los vecinos exigieron al alcalde que tome como prioridad que se mejore la convivencia «entre el 90%de gente maravillosa y el 10% de sinvergüenzas».


La convivencia del barrio fue el tema protagonista de la asamblea vecinal, si bien es verdad que los políticos explicaron en todo momento que, pese a su petición de más efectivos policiales, «muchos problemas se resuelven con voluntad y conjuntamente con los vecinos», como señaló el concejal de Seguridad, Luis Vélez, quien fue corroborado, por ejemplo, por la concejala de Acción Social, Rafaela Romero, al insistir «en medidas de participación y convivencia además de la Policía Local» a lo que se comprometió en «recuperar medios humanos y materiales para poder abordar los temas».


Puente también habló en esta línea y más aún cuando Gabriel, el director de oficio del Colegio Miguel Íscar, expuso los «anónimos, amenazas y la frustración diaria» ante unas conductas «destructivas» del alumnado que al cien por cien es de etnia gitana a las que se suman «unas instalaciones obsoletas, con falta de limpieza de baños y aulas, sin obras ni pintura». El alcalde mostró públicamente su «admiración» por desarrollar su trabajo en esas condiciones «tan difíciles» para prometerles seguidamente que exigirá a la Junta, la competente en la materia, «a que cambie las políticas de escolarización». La concejala de Educación, María Victoria Soto, por su parte, reconoció que cuando días atrás conoció in situ este colegio «me asusté» y se sinceró con los vecinos:«Nosotros no tenemos dinero para la restauración integral pero es muy necesario», a lo que Rafaela Romero añadió:«También hay que reclamar a la Junta un trabajo de prevención con los padres».


Y, al hilo de la seguridad, la jefa de la Policía Municipal, Julia González, fue muy clara para intentar convencer a los vecinos de que hay que fomentar la prevención: «A mí una libreta de denuncias me duraba ahora 15 minutos pero lo realmente importante es la mediación, la prevención y la corrección».


En el plano urbanístico, por otro lado, el concejal ManuelSaravia se comprometió a actuar en la unidad de actuación de la calle Rioja con Roncal, primero con su limpieza, «dejarlas en estado de revista», para seguidamente proceder a darla uso. Es más, el edil se comprometió a «mañana mismo (por hoy)» a firmar el decreto de inicio de la unidad e incluso llegó más lejos:«Sino edifican los actuales propietarios, hay mecanismos para que edifiquen ellos u otros».