El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, puso de manifiesto ayer en el acto inaugural de la bodega Heredad de Urueña que apuestas como la nueva catalogación ‘Vinos de Pago’, que se incluirá en el desarrollo de la Ley Agraria de Castilla y León, permitirán que zonas vitivinícolas de la Comunidad fuera de las principales denominaciones de origen cuenten con un sello de calidad. «Con esta figura administrativa se contribuye a buscar una diferenciación y a captar nuevos mercados, cada vez más exigentes. La nueva legislación que pretende mejorar la agricultura, la ganadería y la industria ofrece esta posibilidad», expuso.
Herrera apuntó que en zonas tradicionales de cultivo de la vid en Tierra de Campos donde se ha retomado la producción, el sello ‘Vinos de Pago’ supondrá el poder ajustarse «a las nuevas exigencias de la Unión Europea y contribuir a que los productores vitivinícolas de Castilla y León sean mucho más competitivos». El titular del Ejecutivo regional descubrió una placa en la bodega ‘Heredad de Urueña’, situada a las afueras de la histórica villa medieval, donde se recuperó una antigua edificación y bodega del siglo XVII y, posteriormente, se construyó un edificio de arquitectura tradicional para la planta de elaboración y envejecimiento del vino en barricas de madera y depósitos de aluminio.
En el marco de la visita a las instalaciones vitvinícolas, Herrera puso como ejemplo a la familia del empresario José Luis Rodríguez León, presidente de la bodega. «Hay que agradecer su pasión por esta tierra y el paisanaje, apostando por modernizar y apuntalar el progreso en el corazón del centro del centro de Castilla». A su juicio, los impulsores de la nueva instalación, rodeada de 25 hectáreas de viñedos, son «emprendedores que crearán riqueza y empleo mediante un gran esfuerzo con alta tecnología que merece la pena apoyar y resaltar».
La bodega ‘Heredad de Urueña’ empezó a producir en 2010 con viñedos propios en la localidad terracampina y a comercializar en 2011 sus caldos bajo el sello ‘Vinos de la Tierra de Castilla y León’, junto a la elaboración de otros de la Denominación de Origen Toro, donde posee también viñas propias junto a otras controladas. En la actualidad tiene una plantilla de diez personas, que sube a 30 en época de vendimia y produce en torno a 75.000 botellas -60.000 del vino autóctono de Urueña y 15.000 con uva de Toro- que se destinan en un 30 por ciento al mercado nacional y en un 70 al mercado exterior, sobre todo Europa y EE.UU.