El expresidente de Bankia Rodrigo Rato solicitó ayer a través de una carta dirigida a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, la «suspensión temporal de militancia del partido, hasta que todos los hechos queden esclarecidos», en referencia a su presunta implicación en el caso del sistema de pago opaco de Caja Madrid.
En su escrito, Rato reiteró, además, su firme convicción «de haber actuado siempre dentro de la legalidad, en el convencimiento de que esas tarjetas b emitidas, conocidas y controladas por la entidad, eran para uso personal y formaban parte de mi salario. Como tal, eran declaradas y contabilizadas».
Así, el economista entiende que, en «estos momentos, en interés del Partido Popular» debe tomar la decisión de solicitar su suspensión temporal de militancia hasta que los hechos queden esclarecidos y asegura estar «a disposición de la formación para todas las explicaciones que se me requieran ante los órganos pertinentes».
Esta petición se hizo pública horas después de que el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, citara a los dirigentes populares en Madrid, para participar en una la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del partido tras la que aseguró, a puerta cerrada, que intentarán resolver el caso «de la manera más justa».
Eso significa, según aseveró María Dolores de Cospedal en su discurso, que si bien el PP actuará con «contundencia, rapidez y sin distinción», hay que seguir los cauces que establecen los estatutos del partido, es decir, darle a Rato y los demás implicados en el caso de las tarjetas b de la entidad madrileña la oportunidad de que se expliquen y se defiendan.
«Estamos escandalizados, indignados y sorprendidos con este asunto», reconoció la secretaria general de los populares, pero «si tenemos que hacer lago, hay que hacerlo cargados de razón», lo que implica, mantuvo, cumplir la ley y hacerlo con «todas las garantías». «La contundencia no está reñida con el cumplimiento de la normativa», afirmó. Por eso, explicó, el PP va a aplicar el procedimiento que marcan sus estatutos y «lo haremos en el menor plazo de tiempo posible», porque todos los militantes «son de la misma condición».
MOMENTO DE DESCONFIANZA. Cospedal apostilló, no obstante, que entiende perfectamente a los dirigentes populares que han pedido la expulsión inmediata del exdirector del FMI, tal y como hizo a su llegada a Génova el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra. «Hay que ser muy contundente», sentenció, ya que «no cabe otra opción en estos momentos de desconfianza y de distanciamiento entre ciudadanos y políticos».
Además, la número dos del PP se hizo eco del discurso de Rajoy sobre este asunto. Así, si bien el presidente no hizo alusiones directas al economista sí quiso resaltar que el escándalo de las tarjetas opacas se ha conocido gracias a la «transparencia» del Gobierno, que impulsó una auditoría interna en Bankia que ha descubierto estas irregularidades. «Ha sido un Ejecutivo popular el que ha hecho que todo esto se sepa» porque, a su juicio, «la actitud» del Rajoy en este asunto es de «total transparencia», concluyó.
Antes de conocerse la existencia de la carta del expresidente de Bankia, fuentes populares informaron de que estaba previsto que compareciera esta misma semana ante el Comité de Derechos y Garantías del partido para ofrecer su versión de los hechos.