Ortiz de Lejarazu: «No vamos a tener casos de ébola, se derivan al Carlos III»

I.A.
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Ortiz de Lejarazu - Foto: JL Leal

Raúl Ortiz de Lejarazu habla claro. Sin medias tintas. Considera que Castilla y León se está esforzando por adquirir todos los recursos para estar preparados para hacer frente al ébola, habla de considerar que la Comunidad sólo tenga un hospital de referencia, «decisión que compete al consejero» y huye del sensacionalismo instaurado en los medios de comunicación a raíz del caso de la sanitaria Teresa Romero.
 
Se acaba de constituir el comité asesor sobre el ébola. ¿Era necesario o es más un ‘mensaje’ de tranquilidad de cara a la sociedad?
No sé si era necesario o no, lo que creo es que es una decisión de los gestores sanitarios, que habrán determinados los pros y los contras y me imagino que habrán predominado los argumentos a favor para hacer un comité de asesoría, que no de expertos, porque expertos en ébola hay muy pocos en el mundo. Las personas que trabajan en África y unos cien científicos que hay en el mundo que han hecho algunos trabajos experimentales. Los demás somos personas que tenemos más o menos vinculaciones con este tema por una razón o por otra. 
 
En su primera reunión se ha apuntado la posibilidad de que haya un único centro de referencia y que éste sea, previsiblemente, Los Montalvos...
No tengo noticias de que se haya decidido eso. Es la primera vez que me hacen esa pregunta... Se la tendrás que hacer al consejero.
 
En todo caso, ¿qué le parece? 
Es una decisión de gestión que la tomará él con todo su equipo directivo. Es una idea a considerar. No es descabellada. En Estados Unidos hay cuatro centros... Siempre lo comento, el escenario de las enfermedades infecciosas es tremendamente cambiante. Hace seis meses teníamos 500 infectados de ébola en el mes de marzo y no nos interesaba mucho, ahora ha cambiado y por lo tanto la respuesta debe ser distinta. De cuando hemos tenido el primer cooperante infectado al tercero o primer caso secundario que hemos tenido, también han pasado muchas cosas y de todo se aprende y se pueden sacar conclusiones. Por eso creo que es algo que tendrá que considerar en su momento el consejero.
 
También durante esa reunión se defendió una formación a los profesionales continúa en la cartera de los cursos y adaptada a la posición de cada uno en sus centros... 
La formación es algo que es fundamental. No es que haya una decisión tomada, porque la primera reunión sirvió de toma de contacto y hasta el miércoles, que está convocada la segunda, en principio, no se empezarán a tomar decisiones en un tema que es complejo. En todo caso, es importante y tiene que ser necesariamente adaptada al puesto de trabajo.
 
El comité habló de riesgo limitado... 
El riesgo de contraer el ébola es inexistente. Los virus no están por el aire, o crecen del suelo vienen de personas infectados. Si no hay personas con gripe o con sarampión no lo vamos a coger... Las enfermedades infecciosas son así y España, en estos momentos, no tienen a ninguna persona infectada, por lo tanto es imposible. Ahora, mañana igual tenemos que traer a otras tres o cuatro personas infectadas y dentro de un mes o cinco meses puede que llegue una persona que desarrolle síntomas a su llegada al aeropuerto como ha pasado en Estados Unidos. Pero de no aparecer ningún nuevo caso secundario dentro de 42 días, que es el doble del criterio internacional, la OMS dirá que España no tiene casos de ébola, cosa que no puede decir de Estados Unidos. Lo que hay que hacer es seguir preparándose por si se da algunos de estos supuestos.
 
¿Castilla y León está preparada?
Sí, Castilla y León en la medida de sus posibilidades se está volcando en tener los recursos necesarios para hacer frente a la enfermedad. Pero repito, en estos momentos no hay ningún riesgo porque no hay ningún infectado. La única posibilidad es que trajéramos uno, pero de momento no se van a traer aquí porque van a seguir derivándolos al Carlos III o a otro hospital que el Ministerio habilite. Ahora mismo sólo pueden dar lugar a sospecha aquellas personas que desarrollen síntomas y que vienen de Sierra Leona, Guinea Conakry o de Liberia, porque a Nigeria se le ha considerado libre de ébola por la OMS hace una semana.
 
¿Cree que se han gestionado bien los tres casos de ébola que, por el momento, se han dado en España -dos importados y uno secundario-?
Se han gestionado en la medida de los conocimientos que se tenían. A todos ellos creo que se les han aplicado medidas sanitarias súper correctas. La explicación es que hay una persona que tiene 44 años, que desde el inicio se le ha aplicado un tratamiento, que estaba en mejores condiciones que las dos anteriores que eran más mayores. Además, se sabe que el contagio no ha sido ni por un corte ni por un pinchazo. Ese tipo de accidentes suele llevar más cargo de virus y en el caso de Terresa Romero es lo único que estaba descartado, por lo tanto creo que ha habido un éxito en el tratamiento médico y sanitario. Ahora sólo hay que esperar que esta persona se reintegre lo antes posible. 
 
¿Ha habido más ruido que peligro real? Usted ha lamentado que la enfermedad del ébola y su gestión se haya convertido en un reality show en algunos medios de comunicación.  
No he dicho que muchos medios hayan hecho un reality, sino que no me gusta que sobre la información que se tiende a dar de enfermedades infecciosas se haga un reality. ¿Por qué? Porque todo el mundo sabe lo que pasa en estos casos, que se da una información buscando más una cuota de pantalla o lectores que un interés por la personas o porque se pongan más medios para la curación o investigación. En medicina eso perjudica al paciente, al entorno familiar, al propio equipo sanitario que se siente en el punto de miro. Es algo que se responde haciendo un poquito de empatía. Uno tiene que ser coherente con sus principios. Y por encima de todo debe de haber una ética periodística, así que hay que evitar tender a hacer eso.
 
A raíz de esto, que opinión tiene sobre toda la polémica generada por el sacrificio de Excalibur, el perro de Teresa Romero...
He escrito hasta tuits. La polémica tiene todos los componentes, buenos y malos, de la sociedad española. Creo que es una anécdota más, que se podría haber hecho de otra manera, pero creo que se debe dejar en eso, en anécdota porque concurren todos los factores de desconocimiento en unos momentos; en otro las prisa y la celeridad hacen tomar malas decisiones, pero sinceramente, creo que hay que dejarlo pasar.
 
El investigador colombiano Manuel Alfonso Patarroyo recomendó hace unos días en Salamanca a los países desarrollados que investiguen en enfermedades que no tienen para estar preparados por si alguna vez las sufren. ¿Qué opinión le merece esta sugerencia?
Hay que comprender una cosa, brotes de ébola hemos tenido 2.000 o 3.000 casos en África en los últimos 30 ó 40 años, sin embargo ahora llevamos el triple. Entonces claro, unas enfermedades que, aunque sean muy mortales, afectan a muy poca gente y además no sabes cuando se va originar un brote, no es un horizonte en el que sea fácil trabajar, independientemente del interés económico y demás que luego manejáis en los periódicos. Gripe sabemos que tenemos todos los años, sarampión no, pero sabemos que hay brotes... pero es que hay otras que no, de ahí que se llamen emergentes, porque aparecen de repente y luego no vuelve a haber brotes. El problema es que el brote de ahora dura mucho, ha coincidido en unos países con unas condiciones especiales... Pero si esto sirve para conocerla mejor, tener una guía de tratamiento, utilización de fármacos que solo tenían una experimentación previa y ahora parece que alguno de ellos puede tener cierta efectividad... Es una infección que en las guías de la OMS no tiene tratamiento, porque no tiene evidencia científica. 
 
Si el ébola sale del mundo desarrollado, ¿qué pasará con África? 
La OMS ha declarado la zona de alerta internacional que permite una canalización de fondos de manera oficial. Se están mandando tropas que es importante para habilitar una zona de seguridad. Yo lo que espero es que Europa se implique mucho más, pero claro tocarnos el bolsillo nos cuesta mucho y eso que nosotros estamos mucho más cerca del ébola que América.