El dandy noruego

M.B
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¿Qué fue de Havard Tvedten? Militó en el BM Valladolid de 2008 a 2011, ganando una Recopa. «Jugar en Huerta del Rey fue una de las mejores experiencias en mi carrera», señala desde Oslo

A Valladolid llegó ya maduro, con 30 años. Venía de ser el segundo máximo goleador de la Liga Asobal, con 174 goles en el Naturhouse La Rioja (el primer año en Logroño había hecho 192). Y en tierras castellanas demostró que lo suyo era un idilio con el gol: en sus dos mejores campañas en Valladolid, la primera y la última hizo 182 y 148 tantos.

«Recuerdo que fueron los tres años más divertidos de mi carrera profesional, con un equipo muy bueno», se arranca el noruego desde Oslo, donde vive actualmente. En un perfecto español explica que «jugar en Huerta del Rey ha sido una de las mejores experiencias de mi carrera». Y no solo se refiere a nivel deportivo.

Porque Tvedten, que nació en Flekkefjord, una localidad noruega de poco más de 9.000 habitantes, eligió España por su clima y por cómo se vive aquí: «Somos escandinavos. Aquí no hay siesta ni se cena a las nueve o diez de la noche. Ahora echo de menos esa vida, la tranquilidad de vivir, de comer y el tema social». En Valladolid residió los tres años en Fuente Dorada y aquí nació su primer hijo, Luka.

En el Balonmano Valladolid, además, vivió una época dorada, con la consecución de la Recopa de Europa. «Teníamos a Juan Carlos Pastor, uno de los mejores entrenadores del mundo», recuerda. 

Tvedten había comenzado su carrera en el mundo del balonmano en el Stord IL noruego, pasando en 2002 al Aalborg danés. En 2006 llegó a Logroño: «No quería ir a Alemania y preferí jugar en España, por el país». Desde 2000 ya era internacional; y el puesto de extremo izquierdo fue suyo durante 208 encuentros, en los que marcó más de 800 dianas con la selección.

En Valladolid dejó muestras dentro y fuera de la cancha de dandy. Dentro con goles de bella factura, roscas imposibles, saltos eternos y perfectos lanzamientos desde los siete metros. Fuera por sus pintas de modelo y su siempre perfecta vestimenta.

En 2011 regresó a Dinamarca. Jugó hasta 2016, cuando decidió retirarse: «Quería cambiar mi forma de vida. Llevaba años estudiando, además de que pensábamos en volver a Noruega, con lo que la decisión fue fácil». Y allí se volvió, con su mujer, Guro, y sus hijos, Luka y Daniel.

Además de algunos negocios, se dedica a asesorar como consultor en alto liderazgo a empresas. Sus estudios se encaminaron hacia ello y reconoce que parte del deporte se puede aplicar en esos cursos que da, tanto de forma individual como grupal. A Valladolid no ha vuelto desde ese 2011, aunque quiere hacerlo por su hijo. Y de aquella época suele hablar con muchos exjugadores: Carlos Prieto, Joli, Svensson, Edu Fernández, Sierra...

Acaba de participar en un reality show

Tvedten se casó en 2009 con Guro Fostervold, periodista de deportes de Noruega, conocida, entre otras cosas, por ser la presentadora de la Champions League de fútbol en Viasat. Vive en Oslo alejado del balonmano, aunque no de la televisión, ya que este mismo año ha sido uno de los protagonistas de un reality de su país: ’71 grader nord’, que junta a 10 famosos que tienen que cruzar Noruega de sur a norte, participando cada semana en pruebas, siempre en un entorno de naturaleza. Havard Tvedten fue finalista, rozando el triunfo.