Los motores del cambio

agencias / madrid
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La reforma fiscal y la previsible mejora en el empleo guiarán al país por la senda de la recuperación en 2015, cuando el Gobierno prevé que el PIB suba a un ritmo del 2%

Cuidar la recuperación. El Ejecutivo de Mariano Rajoy cree posible este hecho si apuesta por continuar apostando por las políticas que, hasta el momento, han funcionado bien y que permiten reducir el saldo negativo de las cuentas públicas sin perturbar el despegue de los peores tiempos de la crisis económica.

Con ese objetivo, el Gobierno ha dibujado unas cuentas del Estado que deberían sentar las bases del restablecimiento económico para el próximo ejercicio.

El Gabinete se encuentra capacitado para impulsar el PIB a un ritmo del 2% en 2015, gracias a un fuerte incremento de los ingresos tributarios, fruto de la reforma fiscal, y a la mejora del mercado laboral, que permitirá gastar menos en los desempleados y embolsar más en concepto de cotizaciones.

Según las cifras que avanzó ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la aportación del Estado a las prestaciones por los parados bajará un 14,9%, hasta los 25.300 millones de euros.

El recorte, de 4.426 millones, trasluce las buenas expectativas que alberga el Gabinete sobre el futuro del empleo. El Ejecutivo explica que el gasto en subsidios por el paro «empieza a experimentar el efecto positivo» de las medidas adoptadas, lo que tendrá su reflejo en la tasa de inactividad laboral, que cerrará el año próximo en el 22,9%, casi dos puntos por debajo de la prevista para este ejercicio.

Paralelamente, los Presupuestos de 2015 contemplan una subida de los ingresos por cotizaciones del 6,8%, que implican una inyección de 7.000 millones en comparación con la de este año.

Junto a la mejora del mercado laboral, el Ministerio de Hacienda confía en que la reforma fiscal permitirá incrementar los ingresos tributarios un 3,5%, hasta alcanzar los 186.111 millones de euros.

Este ascenso responde a una fuerte subida de la recaudación por el IVA (9,9%), Impuesto de Sociedades (5,6%) e Impuestos Especiales (2,7%).

Además, Montoro recordó que la bajada del IRPF incluida en la reforma fiscal, que entrará en vigor al mismo tiempo que los Presupuestos del año que viene, supondrá un progreso en el poder adquisitivo de los ciudadanos y las empresas (9.000 millones en dos años). Por su parte, el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, concretó que el descenso de IRPF inyectará 3.366 millones en el próximo ejercicio y 2.615 millones en 2016, mientras que los cambios en el de Sociedades tendrán un impacto de unos 400 millones el año que viene y más de 2.600 millones el siguiente.

SIN PLAN B. Aún así, Montoro aseguró que la recaudación ya está funcionando bien antes de la entrada en vigor de la reforma fiscal, al crecer cerca de un 5% y con un incremento del IVA en pequeñas y medianas empresas y autónomos de entre el 6,5% y el 7% por primera vez desde 2007.

 En este sentido, negó en rotundo que el Ejecutivo tenga un plan B por si finalmente se produce una tercera recesión y aseguró que cuando alguien tiene otra opción, demuestra que no cree en lo que está haciendo.

«Europa no ha entrado en recesión, lo que hay son riesgos que se deben eliminar con reformas estructurales y presupuestarias», subrayó.

Finalmente, al ser preguntado por si las cuentas incluyen la prestación para parados de larga duración que el Gobierno acordó con los sindicatos,

El ministro popular se limitó a decir que ya hay mecanismos para atender a ese colectivo, aunque hizo hincapié en que hay cierto margen de actuación y que siempre se pueden incrementar las partidas si se considera necesario.

 «Esto es una propuesta de acción del Ejecutivo», señaló, tras recalcar que la tramitación empieza ahora y que hay tiempo para escuchar las sugerencias y proposiciones de los grupos políticos y desarrollar el diálogo social.