La última discusión

A. G. Mozo
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Eva mató a Jesús, su pareja, de una puñalada en el pecho durante una discusión · Llevaban tres años juntos y la mujer había sufrido alguna paliza que no denunció por miedo a «represalias» · Pasó 20 meses en prisión

La de Eva y Jesús era una de esas relaciones ‘tóxicas’. En ambas direcciones. Discusiones, gritos y tensiones que en febrero de 2012 iban a desembocar en el punto y final a una historia de tres años. Ella había dado el paso de dejarle y él se iba a ir del domicilio en que convivían, un cuarto piso del 8 de la avenida de Segovia, muy cerca de la plaza de la Virgen del Carmen, en el barrio de Las Delicias. Era el final previsto para esta pareja que se había conocido dos décadas atrás, durante un tratamiento de deshabituación de las drogas en Proyecto Hombre, y que empezó a salir tres años antes, también tras coincidir en Zamora, durante otro tratamiento similar en el Hospital Virgen de la Concha.

 

Pero su último fin de semana como pareja se enturbió. La tarde del sábado 18 de febrero, Jesús y Eva se enzarzaron en una cruenta discusión plagada de reproches e insultos. Él le dijo a ella que era una borracha y una drogadicta, y la mujer (de 42 años) respondió con improperios similares a los que unió la acusación de ladrón, por haberla robado unas pastillas. Los gritos desembocaron en la exigencia de ella de que se fuese de casa, a lo que él accedió. Dijo que lo haría al día siguiente, pero empezó ya a hacer la maleta, en la que introdujo entre otros muchos enseres un juego de cuchillos de cocina que le había regalado su padre.
 

El domingo. Las discusiones se reprodujeron el domingo, hasta el punto de que la Policía llegó a ir en dos ocasiones al domicilio, una por una llamada de Eva y otro a requerimiento de un vecino. Pero, como en otras ocasiones, la visita de los agentes quedó en nada. La homicida temía las represalias de Jesús (39 años) si le denunciaba, tal como confesó. Ella, igual que en otras ocasiones, abrió la puerta y se quitó de encima a la Policía sin confesar que estaban a gritos y que no las tenía todas consigo...

 

La última discusión llegó a las cinco de la tarde, en la cocina. Ella se había hecho previamente con el juego de cuchillos, por miedo, y ante los gritos de Jesús, ella echó mano de uno de trece centímetros de hoja y 1,5 de ancho. Y sin saber muy bien cómo -así lo aseguró en el juicio- se lo clavó a la altura del ombligo, penetrando unos cinco centímetros y acabó con él tras seccionarle la vena cava inferior. Jesús María C.F. no pudo superar la grave hemorragia y falleció 45 minutos después en el Hospital Clínico.

 

Eva María L.F. fue detenida y se pasó en prisión los veinte meses que tardó en llegar el juicio. Fue en octubre de 2013 ante un jurado popular que creyó su versión de los hechos, que temía a su pareja, que ese día iban a romper, que se pelearon, que se había tomado opiáceos y tranquilizantes... y que no sabía lo que hacía. El veredicto, de este modo, dio por probado que no Eva no tuvo la intención de matarle. Culpable, pero solo de un homicidio imprudente. Cinco días después de conocerse el veredicto, la Audiencia emitió una orden de puesta en libertad que no hacía otra cosa que anticipar un fallo que dejaba la condena en dos años de cárcel.