Valladolid ha registrado el mejor verano de su historia en la recepción de turistas. Según los datos que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), en agosto llegaron a la provincia 65.091 visitantes, la segunda mejor cifra en un mes desde que el INE empezó a ofrecer datos en 1999. Si a eso se suma que junio y julio también presentaron cifras muy positivas, el resultado es que durante el periodo estival pasaron por Valladolid 178.273 turistas, un nueve por ciento más que en el verano pasado y récord histórico desde que hay datos.

Bien es cierto que la provincia tiene mucho que ver en esta evolución, puesto que el aumento de turistas en la capital se limita al 5,9 por ciento.

Por otro lado, también se registró un aumento del 13 por ciento en el número de pernoctaciones en verano para llegar a las 290.350, aunque ese dinamismo volvió a ser menor en la capital. Es más, el presidente de la Asociación de Hoteles de Valladolid, Francisco de Frutos, aboga por hacer una llamada a la prudencia. «La sensación que tenemos con las pernoctaciones es que nos mantenemos en un nivel similar al año pasado, lo cual es positivo, porque no seguimos descendiendo», asegura.

No resulta fácil que una ciudad como Valladolid compita en verano con los destino de la costa, por eso De Frutos hace una llamada a agudizar el ingenio y organizar, por ejemplo, un gran festival de música. «Si Aranda de Duero lo ha hecho con el Sonorama, nosotros también podemos hacerlo porque en verano en Valladolid solo hay dos posibilidades: música o turismo deportivo», explica.

Es una de las propuestas que el sector hotelero ya ha trasladado al nuevo equipo de Gobierno, pero no la única. También plantean una fiesta de la vendimia, en colaboración con la Diputación, que incluya un recorrido que comience en la provincia y acabe en la capital.

De Frutos es consciente de que Valladolid es una ciudad «de paso» entre el norte y el sur en verano. Y los datos avalan esta afirmación, porque, pese al récord de turistas en agosto, en este mes se registró una estancia media de 1,58 días por persona, una de las más bajas de los últimos años. De hecho, las provincias de Castilla y León, junto a las de Castilla-La Mancha y Extremadura, son las que presentan los peores registros en este sentido.

La concejala de Turismo, Ana Redondo, se mostró satisfecha por estos datos. «Los esfuerzos terminan dando sus frutos», asegura. Una de sus estrategias es «avanzar en la colaboración entre instituciones». Por ejemplo, con la Diputación en la ruta de las denominaciones de origen. «Tenemos que ser la puerta del turismo enológico y apostar por el cultural y el deportivo», indica Redondo. Según ella, ha habido exposiciones este verano, como Tiempos de Melancolía, en el Museo Nacional de Escultura, y la que se nutría de obras de la Galería Lelong de París y Nueva York, en Las Francesas, con capacidad para atraer turistas a la ciudad. «Nos ha fallado la promoción en estos años», sostiene. Con todo, Redondo es consciente de que hay asignaturas pendientes, como la de aumentar las pernoctaciones.

Otro de los datos significativos del INE es el de establecimientos abiertos. De los 130 que había en agosto del año pasado se ha pasado a los 119 actuales, pese a que el personal empleado ha pasado de 1.074 a 1.230 personas en este periodo.

En lo que se refiere al grado de ocupación de los establecimientos hoteleros en agosto, fue del 42,7 por ciento, un porcentaje que aumenta hasta el 51,1 por ciento los fines de semana.