Solo faltó la victoria ante un serio Oviedo

D.V.
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El Carramimbre volvió a dar muestras de su mejoría y trabajo, pero fue insuficiente para lograr un triunfo de entidad que se le sigue resistiendo en la actual pretemporada (82-92)

El Carramimbre sigue en línea ascendente, pero el triunfo que confirme las sensaciones se está haciendo de rogar. Tras el tropiezo ante RETAbet Bilbao Basket, los de Paco García volvieron a caer en otro amistoso en un partido muy intenso ante un serio Liberbank Oviedo Baloncesto (82-92) que hizo buena la renta cosechada en la primera mitad.

Lentos, imprecisos y poco intensos. La puesta en escena no pudo ser peor para un Carramimbre que se vio a remolque a las primeras de cambios (2-13), lo que obligó a Paco Gacía a pedir un tiempo muerto para revertir el mal inicio de los suyos. Espoleado por la enérgica arenga de Paco García, el Carramimbre fue otro en el segundo cuarto. La defensa se fue entonando a la par que el partido se endurecía y los locales sacaron rédito del barro. Un parcial de 8-3, con varios puntos al contraataque y un conato de tángana incluido, obligó al técnico visitante a pedir un tiempo muerto (27-29) y dar entrada, de nuevo, a su quinteto inicial. Un parcial de 1-14 en poco más de un minuto volvió a despertar los fantasmas del inicio de partido y bajó el telón a una primera mitad (38-47).

Paco García ajustó el quinteto y apostó por combinar a Alvarado y a Kazadi en la dirección. El canario respondió a la confianza de su técnico, desplegó su versión más alegre y contagió a su Carramimbre. Las ardillas empezaron a volar sobre la cancha de la mano del de Santa Brígida y endosaron un parcial de 18-6 a al cuadro asturiano, abocado a parar el vendaval con un tiempo muerto (56-53).

Fueron los mejores minutos del Carramimbre en general y de Bradley Hayes en particular, quien, además de asegurar varios rebotes defensivos, logró sumar puntos a base de ganchas. La intensidad del estadounidense le pasó factura y acabó en el banquillo con cinco faltas personales. Los problemas de faltas de Seydou Aboubacar y Jubril Adekoya, ambos con cuatro, obligaron al técnico vallisoletano a hacer malabares para conformar su juego interior. Con Álex Reyes de ‘cuatro’ y Sergio de la Fuente de ‘cinco’, el CBC fue trabajando la remontada y consiguió llegar a los últimos tres minutos con final apretado (76-80).

Liberbank Oviedo se encomendó a Oliver Arteaga y los galones del veterano pívot no defraudaron. Sin oposición en la zona por los problemas de faltas de los interiores carmesí, el ‘12’ se hizo dueño y señor de la pintura anotar, asistir y rebotear hasta dar la puntilla a un combativo Carramimbre (82-92).