La inversión de ocho millones en la segunda fase del ARI Rondilla 'oxigena' a nueve constructoras vallisoletanas

M. Rodríguez
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Las obras de rehabilitación integral de 367 viviendas en los polígonos del XXV Años de Paz y 18 de julio acabarán a finales de año · Cada rehabilitación genera entre cinco y siete empleos

La rehabilitación integral ejecutada gracias al ARI Rondilla posibilitará la rehablitación de varios inmuebles del polígono residencial del 18 de julio. - Foto: J. Tajes

Más de 360 viviendas de los polígonos XXV Años de Paz y 18 de julio, en el barrio de La Rondilla estrenarán imagen antes de que acabe el año, salvo la comunidad de Pinzones, 11 que ha terminado esta semana su reforma.


Estas obras de rehabilitación integral, que se están acometiendo gracias a la segunda fase del ARI Rondilla, son algo más que un lavado de cara. Están consiguiendo dar nueva vida a estos bloques gracias a una inversión global de 7,6 millones de euros, que los vecinos afrontan ayudados por una subvención de 5,8 millones, que  se reparte entre ayudas municipales (28%), de la Junta (28%)  y del Ministerio de Fomento (31%).


Las actuaciones, en las que están trabajando nueve constructoras vallisoletanas y que emplearán a casi 250 obreros, buscan conseguir una mayor eficiencia energética para reducir los gastos de calefacción de las viviendas.


De hecho, se han instalado unos sensores de medición en dos bloques de los que se van a rehabilitar para analizar el consumo energético antes y después de la rehabilitación. El estudio finalizará cuando se concluyan las obras y pretende constatar los beneficios, tanto económicos, como de disminución de la contaminación que se logran con este tipo de reformas integrales de edificios antiguos.


En las 35 comunidades, en las que se está trabajando actualmente, se mejorará su accesibilidad mediante la instalación de ascensores con acceso independiente en cada una de las plantas. Esto ha implicado que en algunos bloques haya sido necesario adosar  una nueva instalación exteriormente, ocupando parte de la vía pública. Pero no todos los inmuebles realizan las mismas mejoras y la inversión varía de unos a otros. Así, el presupuesto más bajo para la renovación de una comunidad ronda los 199.000 euros mientras que el más caro casi llega a los 360.000 euros.


Esto implica un gasto medio por propietario de 20.000 euros, aunque a diferencia de la primera fase del ARI, donde se rehabilitaron 482 viviendas con una inversión de casi 10 millones de euros, en esta los vecinos podrán afrontar parte de su inversión optando a préstamos con un mínimo interés.

Exactamente, las ayudas oficiales pueden alcanzar hasta los 15.500 euros por vivienda pero existe la posibilidad de solicitar un ayuda económica de hasta 6.250 euros a un tipo de interés inferior a los de mercado.


Las obras también acabarán con las deficiencias en los elementos comunes de los bloques y, aunque se actuará sobre cubiertas y fachadas, las 367 viviendas rehabilitadas mantendrán la homogeneidad de estos polígonos residenciales, al tiempo, que conseguirán una mayor luminosidad.


La actuación urbanística, gestionada por la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda (VIVA) del Ayuntamiento de Valladolid, también renovará  el entorno y se urbanizará las calles en las que están ubicados estos bloques.