El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) logró ayer la ‘pole’ en el Gran Premio de China de Fórmula Uno tras marcar un tiempo de 1,53,860 en una sesión clasificatoria marcada por la lluvia y el viento, en la que el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) fue segundo y en la que el español Fernando Alonso (Ferrari) consiguió una meritoria quinta posición, siendo el único motor Ferrari de la parrilla capaz de ‘colarse’ en la ‘Q3’ en el circuito de Shangai.

 Tercera ‘pole’ de la temporada para Hamilton y cuarta para Mercedes en cuatro Grandes Premios disputados. Esta vez fue con climatología adversa, pero, aun así, la marca alemana volvió a dejar claro que en este inicio de temporada tiene, de largo, el coche más fiable. En China, de no ser por un error del alemán Nico Rosberg en una de las últimas curvas, en una vuelta en la que venía rodando en un tiempo estratosférico, la escudería dirigida por Toto Wolff hubiera copado la primera línea de parrilla de salida.

Pero ese fallo del actual líder del Mundial permitió a Ricciardo meterse segundo y salir así en la carrera al lado de Hamilton. El joven piloto volvió a superar a su compañero de equipo, el alemán Sebastian Vettel; el actual campeón del mundo finalizó tercero y vio cómo una vez más en este inicio de temporada, el australiano partirá por delante de él. No está siendo, por el momento, el año del germano, a pesar de que su escudería es, tras Mercedes, la única que está dando la talla en estos primeros Grandes Premios, algo que no está haciendo Ferrari.

  La marca del ‘Cavallino Rampante’ está, a día de hoy, muy lejos de aquella escudería que dominaba la competición a su antojo. Los italianos no tienen un coche competitivo y tan solo el buen hacer de Alonso sobre la pista mojada de Shangai impidió que la escuadra de Luca di Montezemolo quedara en evidencia una vez más.

  El asturiano aprovechó las condiciones climatológicas adversas, que permiten que el pilotaje gane peso respecto a la mecánica, para acercarse a los primeros puestos en la calificación. Concluyó quinto y fue el único motor Ferrari que se metió en la ‘Q3’, algo que no logró su compañero Kimi Räikkönen, que no pasó de la ‘Q2’ y saldrá undécimo.

  Así pues, todo está dispuesto en China para una carrera en la que se prevé que el tiempo dé una tregua y no se produzcan precipitaciones durante la prueba, por lo que, si no ocurre nada extraño, los Mercedes lucharán de nuevo por el triunfo custodiados, de nuevo, por los Red Bull.

El objetivo de Ferrari. Tras concluir quinto en la sesión de calificación, Alonso subrayó que los Ferrari tratarán de estar «cerca del podio» en la carrera y que el objetivo durante la prueba será mantenerse en el «tren de los líderes» para tener opciones de conseguir «buenos puntos».

«Las primeras vueltas serán las más decisivas de la jornada. Si en la recta nos pasan Hulkenberg o Massa, por ejemplo, nos meteremos en batallas que, seguramente, nos hagan perder la cabeza de carrera», explicó el asturiano.

Sin embargo, el bicampeón del mundo sabe que será muy difícil repetir la victoria cosechada el año pasado en el Gran Premio de China. «Imposible no hay nada, pero sería una cosa muy extraña. Si salimos y ganamos la prueba, habría que frotarse los ojos. Vamos a intentar ir paso a paso», recalcó.