La OCDE coloca a España entre las naciones con el empleo de peor calidad

Agencias / Madrid
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La Organización revela que el país debe mejorar en variables como la seguridad del trabajo, el ambiente laboral y la retribución económica

 
España es uno de los países con más baja calidad del empleo entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según el estudio publicado ayer por la institución internacional que tuvo en cuenta factores como la calidad de los ingresos percibidos, la seguridad del mercado laboral y la calidad del ambiente de trabajo. 
Junto a España, la OCDE colocó entre las naciones con una calidad laboral relativamente baja a países como Estonia, Grecia, Hungría, Italia, Polonia, Portugal, la República Checa y Turquía. 
La institución explicó que estos países registraron resultados relativamente malos en, al menos, dos de las tres dimensiones de calidad del empleo analizadas y ninguno de ellos logró un buen resultado en una de estas tres variables analizadas en su estudio. 
Por el contrario, entre los miembros de la OCDE, los mayores niveles de calidad de este indicador se observaron en Australia, Austria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Luxemburgo, Noruega y Suiza, que «lograron resultados relativamente buenos en, al menos, dos de las tres dimensiones de calidad laboral, sin figurar entre los 10 peores en ninguna de las tres variables examinadas». 
Por su parte, naciones como Bélgica, Canadá, República Checa, Francia, Irlanda, Israel, Japón, Corea del Sur, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Eslovenia, Suecia, el Reino Unido y EEUU se encontrarían en un nivel medio con no más de un resultado entre los 10 peores o los 10 mejores entre las puntuaciones valoradas. 
En cuanto a la tasa de paro, entre los países de la OCDE, la mayor cuantía correspondió a Grecia, con un 24,5%, por delante de España, con un 20,8%, mientras los menores niveles de desempleo se observaron en Japón, con un 3,3%. 
En el caso de España, los peores resultados correspondieron a los apartados de seguridad del mercado ocupacional, que valoró la probabilidad de pérdida del empleo y su coste económico, así como en el ambiente de trabajo, que analizó la elevada tensión laboral. 
En su análisis, la OCDE apuntó que la calidad de los ingresos de los asalariados españoles se situó entre 2007 y 2013, entre los peores pagados, lo que también constató el índice con un deterioro de dos tercios entre los países analizados. 
En cuanto a la seguridad del mercado, que combina elementos como el riesgo de quedarse en paro y la cobertura de desempleo, la OCDE destacó las caídas generalizadas registradas entre sus miembros y lideradas entre 2007 y 2013 por España y Grecia. 
«La calidad del empleo no es solo importante para el bienestar de los trabajadores, sino también para la productividad de las empresas», subrayó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.