«Buscaremos ganar, nos dejaremos la vida y el alma»

SPC
-

Fernando Hierro transmite honestidad en cada palabra que pronuncia. Habla desde el corazón, con máximo respeto a un amigo como Julen Lopetegui y asegura que España sueña despierta en el Mundial de Rusia.

Apunto de cumplir una semana como seleccionador tras los rumbos inesperados por todos que tomó la crisis de Krasnodar, Fernando Hierro irradia tranquilidad en el cara a cara. Tanta como el cansancio que acumula de largas jornadas sin fin de trabajo y responsabilidad por ser el responsable de un grupo de jugadores de los que destaca su madurez. 

¿Le ha dado tiempo a asimilar el paso de director deportivo a seleccionador?

Tengo que ser claro y honesto, sé que soy seleccionador por circunstancias, no lo soy por mi currículum de entrenador. Es la realidad, no me puedo engañar. La experiencia del año que estuve entrenando en el Oviedo me enriqueció. Tengo un reto precioso. No me quiero perder ni un segundo de disfrutar el día a día. 

El vestuario tras la sacudida, ¿cómo está?

Los chicos han mostrado una madurez excepcional y han dado una lección dentro y fuera del campo. Son un grupo maduro, que tiene personalidad, son todos jugadores de élite que viven en el alambre a diario. Han venido a pelear por un objetivo. Les transmitimos que el 15 de julio termina el Mundial 2018 y luego ya no hay más. Este Mundial no vuelve más.

¿Ha visto ganas de querer demostrar más?

Me pasaba como jugador y lo he vivido como entrenador. Cuando llega un técnico nuevo, los jugadores se ríen, buen ambiente y, a los dos meses, viene una mini crisis y ya no es tan sano. Esta selección tiene derechos de autor, de mi amigo Julen Lopetegui, los de un entrenador que ha estado con ellos dos años trabajando. 

¿Qué toque especial le va a dar Hierro?

Algo mío habrá. No podemos cambiar la personalidad ni los características de los jugadores. Buscaremos ganar, llegar lo más lejos posible, dejarnos la vida y el alma por el objetivo.

Es más tema de motivación.

El toque personal lo tiene cada entrenador, es imposible que dos técnicos piensen igual de todo. Mi obligación es convencer a los chicos que cuando nos vayamos de aquí nos miremos a la cara y nos digamos que lo intentamos con todas nuestras fuerzas. Sabemos lo que representamos.