Es un secreto a voces que a los Reyes Don Felipe y Doña Letizia les encanta el arte, ya sea clásico o contemporáneo, y siempre que tienen oportunidad y sus agendas se lo permiten asisten a visitar algunas de las exposiciones más relevantes del panorama nacional. Tal es el caso de ARCOmadrid, la feria más importante de arte moderno que se celebra en España, que fue inaugurada ayer por Felipe VI y su esposa por primera vez como Reyes y en la que mostraron su interés y afición por el arte a los galeristas y artistas con los que conversaron.  

La muestra, que abrió sus puertas a coleccionistas el pasado miércoles y hoy lo hará para el público general, se prolongará hasta el próximo domingo.  

Don Felipe y Doña Letizia iniciaron el recorrido, que tuvo una duración de una hora y media, en Lucía de la Puente (Lima), una de las grandes galerías peruanas que regresa a ARCO tras una ausencia de un lustro y que expone obras de Alberto Casari y Pier Stockholm, y continuaron en la belga Tim Van Laere.

En Elba Benítez, los Monarcas tuvieron la oportunidad de conversar con algunos de los artistas que están representados, como Ignasi Aballí y Fernanda Fragateiro.

Tras visitar las obras que expone la galería de Berlín Esther Schipper que representa al creador español Daniel Steegman, y donde Don Felipe mostró interés en una colorida pieza de Tomás Saraceno, los Reyes alcanzaron  Leon Tovar Galley, de Nueva York.

Después, tras su paso por el espacio As Tables Are Shelves y la zona juvenil Opening, continuaron por la galería de Barcelona Senda y por la francesa Lelong, donde prestaron atención a piezas de Tàpies y David Hockney.

Por último, sintieron curiosidad por una de las obras que exhibe la Galería LA, realizada por Adriana Marmorek, Ánimo, y que, según explicaron los responsables de la firma, los Monarcas destacaron su aparente «fragilidad».