"Deben recurrir la sentencia absolutoria de León de la Riva"

M.R.I
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Entrevista a Margarita García, presidenta de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos Antonio Machado. También asegura que sería "un poco triste que las obras de los accesos al parking de la Plaza Mayor fueran el sello del mandato"

Margarita García lleva poco más de año y medio como presidenta de la Federación de Vecinos, pero ya ha tenido que lidiar con situaciones tan complejas como  la renuncia, a corto y medio plazo, del Ayuntamiento a ejecutar el proyecto del soterramiento. Una reivindicación que  propició su llegada a este cargo por el desgaste en su reclamación de la anterior presidenta, MaríaJosé Larena, y que ella ha seguido capitaneando, pero de forma más templada ante la presentación del proyecto de integración. García lamenta que los nuevos aires en la política no se trasladen a l movimiento vecinal, que dice que más que ganar pierde fuelle, pero se declara motivada para continuar en la lucha si la acompaña el actual equipo de la Federación de Vecinos Antonio Machado.

¿Qué balance hace de su año y medio al frente de la Federación?

Se ha avanzado en algunas áreas y se ha mejorado mucho la relación con la administración municipal, sobre todo. Hay más transparencia, otro talante y la ciudad está menos crispada. No sé si es una sensación mía y no es así, pero yo lo veo así y eso me parece bueno. Hemos ganado bastante en participación, con los presupuestos participativos, por ejemplo, aunque son mejorables, al igual que la participación en las administraciones. En este sentido, hemos avanzado y ganado.

¿Qué queda pendiente?

Hay muchas. Se esperaba más del cambio en el Ayuntamiento y más deprisa, sobre todo, pero están un poco ahí y no acaban de arrancar en temas como el del Reglamento Orgánico, que se empezó a modificar prácticamente desde el minuto cero y se quedó atascado con una cuestión tan fea como el tema de los sueldos de los ediles. También está pendiente la revisión del PGOU, que es una herramienta muy potente para definir el futuro de la ciudad y que no acaba de salir adelante. Lo mismo pasa con el Pimussva (Plan Integral de Movilidad Urbana, Sostenible y Segura), que estaba empezado cuando se inició la legislatura y no acaba de salir adelante.

Llama la atención que en este listado ya no sitúa el soterramiento o las actuaciones para la integración del ferrocarril, que antes era su principal reivindicación.

Es complicado. Ha habido un proceso tan feo, que viene de muchos años atrás. En esta legislatura se ha puesto encima de la mesa todo lo que llevábamos arrastrando durante dos décadas y ha sido para nosotros muy duro, y sigue siéndolo, la renuncia de las administraciones al soterramiento. Seguimos creyendo que se ha aparcado, pero es un tema que habría que retomar.

¿Como presidenta de la Federación, pero también como expresidenta de la Asociación de Vecinos de Pilarica, ahora que está viendo las obras de la plaza deprimida de Rafael Cano le hace sentirse más optimistas sobre el resultado de la integración o considera que no elimina la barrera del ferrocarril?

La Federación siempre dijo que, al margen del soterramiento, había que hacer intervenciones en el entorno de la vía. Siendo realistas aunque ahora mismo se acometiera el soterramiento, esta sería una obra que se dilataría a 20 o 30 años, es una obra tan inmensa que me cuesta poner plazos. Mientras tanto, la situación en la que está todo el corredor ferroviario es lamentable desde hace mucho tiempo, y así lo hemos denunciado desde hace años, antes de que se generara este último debate. Esto ha sido una dejación durante muchísimo tiempo, donde no se hizo nada y el estado de los bordes y los túneles para cruzar la vía es absolutamente tercermundista.

En esta vista de esta crítica, ¿qué le parece la sentencia absolutoria a De la Riva en el caso ‘comfort letter’ y que el alcalde asegure que no tiene muchas ganas de recurrirla?

Por decencia y dignidad hay que recurrir esa sentencia. No tiene ningún sentido que los jueces reconozcan que se ha incumplido la ley, de alguna manera, pero que como ha sido por desconocimiento no pasa nada. Eso va en contra de toda la jurisprudencia y de toda esas veces que hemos oído que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento. No entendemos por qué en este caso el no conocía, no sabía,... puede ser eximente si el juez está reconociendo que no se ha cumplido la ley. Es una cuestión de dignidad el recurrir esa sentencia.

Pero, ¿qué le parece que el alcalde considere no hacerlo?

Entiendo que es más cómodo dejar las cosas correr. El Ayuntamiento en su momento se personó como acusación particular. Parece que ya han cumplido, pero muchos creemos que hay que llegar hasta el final. No vale con la boca pequeña decir este se ha hecho mal. Creemos que el auto no se ajusta a lo que debería ser y el Ayuntamiento tiene la obligación de recurrir.

En su balance habla de que hay temas pendientes de desarrollar, como el PGOU, Pimussva,... ¿Cuál debería ser el objetivo principal del en lo que resta de mandato?

Creo que es fundamental aprobar el PGOU porque es una cuestión que marca el futuro de la ciudad en los próximos 15 o 20 años. Dejarlo cerrado es muy importante. Además, hay cuestiones como el Reglamento Orgánico que habría que dejarlo resuelto. También temas de tipo social o en la línea de la recuperación de la gestión pública de servicios. Ahora está encima de la mesa el tema del tratamiento de residuos. Hay que intentar dejar o sentar las bases de cuestiones que se plantearon al principio del mandato como fundamentales y que creemos que, al margen del resultado de las elecciones del año que viene, tendrían que quedar ya definidas y encarriladas.

Sin embargo parece que el proyecto del mandato o del sello personal del alcalde será el cambio de los accesos del aparcamiento de la Plaza Mayor. ¿Se ha priorizado más el urbanismo que lo social?

Esta también es una demanda de muchos años. Creo que no tiene ningún sentido que se permita pasar los coches por la Plaza Mayor para entrar al parking. Muchas veces hay gente que no tiene claro que es una zona peatonal. No sé si eso tiene que ser el sello del mandato. Me parecería un poco triste o fuera de lo que se planteó como un mandato mucho más social. Creo que en lo social se han hecho cosas, como por ejemplo el Plan Municipal de Vivienda, que me parece muy social. En cuestiones de participación también es uno de los éxitos del mandato, que se deben poner en valor.

¿Están vigilando que se ejecuten las inversiones de los presupuestos participativos?

En principio, estas inversiones hay que ejecutarlas obligatoriamente en el ejercicio. Es verdad que este año ha habido el problema de la tardanza en la aprobación del presupuesto municipal, que ha retrasado todas las obras. Sí que hay una comisión de seguimiento en la que hay personas de la Federación y ahora mismo con el parón del verano está todo pendiente. A ver si a partir de septiembre empiezan a hacerse más inversiones. Se ha hecho alguna cosa como el punto de lectura en Arturo Eyries, los juegos en la plaza de San Juan,... Seguramente las actuaciones más potentes están todavía pendientes, pero creemos que se irán haciendo y estaremos vigilantes.

¿Considera como los grupos de la oposición que uno de los problemas de la ciudad es que no está limpio?

No aprecio esa situación de falta de limpieza. Lo que hay que poner de relieve es que falta, a veces, un poco de educación en general. Cuando pasas al lado de un contenedor y te encuentras un colchón o un mueble tirado no sé si es un problema del servicio de Limpieza. Cuando les avisas lo recogen. Así que más bien es un problema de falta de concienciación y ahí sí que el Ayuntamiento tendría que hacer más campañas para que los vecinos sean cívicos. Yo veo las calles bastante limpias. Quizás hay más verde porque se ha dejado de utilizar el fosfato famoso, que es algo que habíamos demandado porque creo que no es cuestión de mantener las calles limpias a costa de envenenarnos todos. La salud tiene que estar por encima de otras cuestiones. Efectivamente, desde Jardines sí que se quejan de que no tienen suficiente personal para limpiar a mano que es lo que exige dejar de utilizar estos herbicidas tan dañinos. Pero no veo la ciudad más sucia.

Lo que sí verá es la ciudad más vacía porque se ha bajado de los 300.000 habitantes. ¿Tienen algún grupo de trabajo sobre este tema? ¿Consideran que se están tomando las medidas necesarias?

Sí nos preocupa, especialmente que la ciudad se vacía de la gente joven, el capital más fuerte que tenemos, que terminan saliendo al extranjero. Nos parece que sí se están haciendo cosas desde el Ayuntamiento, sobre todo desde la Agencia de Innovación, donde se intenta potenciar los emprendedores. Es complicado teniendo un polo tan potente como Madrid a una hora de AVE. Creo que hay que echarle mucha imaginación. Las administraciones y el tejido empresarial tienen mucho que decir y hacer un esfuerzo para ver qué se puede hacer para que esta gente se pueda quedar a trabajar en Valladolid con un sueldo digno. Al final aquí nos vamos a quedar la gente mayor.

Precisamente para la gente mayor han puesto en marcha el programa de Buena Vecindad. ¿Qué resultados está teniendo?

Está arrancando todavía. Sí que hay unas cuantas voluntarias acompañando a personas mayores que viven solas. Es un proyecto que nos parece muy bonito y que queremos ver si este año podemos darle un empujón para llegar a más barrios. No se trata de suplir a los servicios sociales, ni a trabajadores que puedan estar haciendo ayuda a domicilio. Es una cuestión de simple acompañamiento, de que todas estas personas mayores tengan la referencia de una persona con la que charlar. Es un proyecto de volver un poco a lo que eran los barrios, donde todo el mundo conocía a todo el mundo y se preocupaban de la gente más vulnerable.

En este sentido, la Federación tiene más iniciativas sociales como el programa Entrevecinos. ¿Qué apoyo necesitan para desarrollar más iniciativas de este tipo?

Son iniciativas que nos parecen imprescindibles, que tienen que ser el ADN de la Federación. Al final se trata de vecinos y vecinas y de buscar lo mejor para ellos, siempre pensando en la gente que está en una situación más desfavorecida. En el momento en el que estamos, en el que ya no hay que reivindicar de la misma forma que en los años 60 las obras de infraestructuras, creemos que la Federación tiene que tomar dinámicas de tipo más social, más de persona a persona. Iniciativas de este tipo son un poco la línea a seguir, sin descuidar otros temas urbanísticos o legalistas.

¿Por eso han dejando de lado el papel tan beligerante que tuvieron en otros momentos con otros equipos de Gobierno?

No creo que se haya dejado de lado. Ha habido un momento en que la Federación tenía una situación económica que tampoco facilitaba el meterse en pleitos judiciales. Todavía tenemos juicios pendientes, como el del PGOU, donde la Federación sigue personada como acusación particular. Es un tema al que no vamos a renunciar. Creemos que cuando hay temas que exigen meterse en el juzgado, la Federación no se echará para atrás, ni tener miedo, pero tampoco creemos que tengamos que estar todo el día metidos en juicios. Hace poco se resolvió el juicio de los áticos de la plaza Zorrilla, donde estuvimos personados. Lo que pasa es que quizás en los últimos años no se ha planteado ningún tema tan escabroso que requiriera una personación en los juzgados como fueron esos dos.

Con el PP en la oposición ya se han restablecido las relaciones. ¿Qué nivel de colaboración mantienen?

La Federación habla con todo el mundo. Somos una federación vecinal, donde entre nuestros socios hay gente de todos los colores políticos y miramos por lo que pueda ser mejor para la ciudad. 

Pero hubo momentos con unas relaciones muy tensas.

Efectivamente, pero cuando te están estrangulando, quitando la financiación e incluso llamando cosas no demasiado agradables, es normal que no sea una situación de diálogo. Ahora mismo con la gente que está en el grupo municipal hay buena relación. Hay un relación cordial con todos los grupos municipales.

Los nuevos aires en la política, el cambio en el Ayuntamiento, ha ayudado a que hay más conciencia de participación en la vida vecinal. ¿Se nota en el número de socios o el interés de los vecinos?

No. Estamos en una sociedad que tiende mucho al individualismo, a encerrarse cada uno en lo suyo y preocuparse de lo suyo. Es complicado. A las asociaciones les cuesta tirar para delante, sacar gente para las juntas directivas, que se implique más allá de hacer actividades tipo el yoga. La sociedad en la que vivimos no ayuda demasiado a estos movimientos asociativos de voluntariado. Nos mantenemos pero las asociaciones van más bien perdiendo socios que ganando.

Con este panorama, ¿sigue motivada para seguir tirando de la Federación y repetir en el cargo?

Sí, mientras la gente me siga apoyando y siga existiendo un equipo que trabaje. La Federación quizás se personaliza mucho en cada momento en los presidentes de turno, pero si algo tiene bueno es que es un equipo de personas muy cohesionado, de gente que trabaja de forma coral. Y eso es lo que anima a seguir trabajando.