San Cayetano aplica un ERE al no tener fondos para materia prima

Óscar Fraile
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La falta de financiación ha obligado a parar a esta fábrica de envases de Aldeamayor, a pesar de tener una importante cartera de pedidos · La empresa negocia su venta a Grupo Hinojosa

Las instalaciones de San Cayetano están situadas en Aldeamayor de San Martín. - Foto: J. Tajes

Grupo San Cayetano, una empresa de Aldeamayor dedicada a la fabricación de envases, empezó el pasado lunes a aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) suspensivo después de haberse quedado sin fondos para la compra de materia prima por la falta de financiación de las entidades. Una situación extraña, puesto que la compañía cuenta con una importante cartera de pedidos que podría garantizar su actividad.


La situación se empezó a torcer a mediados del año 2012, cuando los procesos de fusiones de las entidades financieras hicieron que desapareciera una línea de financiación que había posibilitado que San Cayetano creciese considerablemente durante la crisis. De hecho, los 27 millones de facturación en 2009 se elevaron a 30 en 2010, a 36 en 2011 e iban camino de 40 en el 2012, antes de que ‘cortara el grifo’.


Esta situación, además, se produce en mitad de una negociación por una posible compra por parte de Grupo Hinojosa de San Cayetano, tal y como publicó El Economista. Fuentes cercanas a la operación aseguraron a este periódico que existe una oferta en firme del grupo valenciano para hacerse cargo de cerca del 70 por ciento del capital social de la compañía vallisoletana. De hecho, la operación no se ha cerrado ya porque uno de los bancos acreedores se niega a aceptar una quita de la deuda de San Cayetano, tal y como exige Grupo valenciano Hinojosa. Una deudas que las mismas fuentes sitúan en torno a los 40 millones de euros y que tiene a las entidades financieras como principales acreedoras.
Y eso que a San Cayetano le han salido varias ‘novias’, pero la que más gusta para cerrar la operación de venta es Grupo Hinojosa porque cumple con el requisito que había impuesto San Cayetano: la conservación de los 224 puestos de trabajo.

Evidentemente, esta situación ha generado incertidumbre entre una plantilla que se ha mantenido estable durante la crisis, al margen de una parte de los trabajadores que fluctuaba en función de la cartera de pedidos que entraban a la fábrica. El presidente del Comité de Empresa, José Ignacio Gutiérrez (UGT), dice estar «preocupado» por sus compañeros. Una plantilla que, según él, ha demostrado su profesionalidad durante los más de dos años que lleva la empresa en dificultades por la falta de financiación. «Hemos conseguido ser eficientes, incluso cuando había picos de producción», asegura.


Y eso a pesar de tener que haber lidiado en ocasiones con retrasos en el pago de sus nóminas y otras medidas de flexibilidad aplicadas para aguantar la complicada situación.