Del sueño de Rusia al conformismo

SPC
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España pasa de aspirar a ganar el Mundial a resignarse por no llegar a la fase final de la Liga de las Naciones al ser un «equipo en construcción»

En apenas cinco meses, la selección española de fútbol pasó de soñar con todo derecho al título mundial a provocar una profunda desafección entre su hinchada, completamente desenganchada de la pasión por la Roja. 

Apenas 15.000 espectadores acudieron el pasado domingo a la llamada de la escuadra nacional para ver su último partido del año. Menos de la mitad del aforo del Estadio de Gran Canaria. No seducía Bosnia, pero menos su propio equipo. 

Qué diferencia con aquel partido del 2 de septiembre del pasado año, cuando el estadio Santiago Bernabéu de Madrid se quedó pequeño para presenciar el España-Italia que acabó siendo, tal vez, el punto más destacado de la era de Julen Lopetegui como seleccionador. Los suyos ganaron 3-0, quedó sellada la clasificación para el torneo de Rusia y la afición se partió las manos de aplaudir.